Me encontraba con la mirada pegada a la ventana donde pequeñas gotas bajaban y se unían a otras como si se tratara de jugar carreras, el cielo completamente gris me hacia sentir triste y miserable, antes me gustaba como a cualquier otra chica, una ventana con una vista increíble, una taza de café humeante con un delicioso croissant y un magnífico libro clásico.
Si, a eso yo le llamaba disfrutar la vida de la mejor manera.
— ¿Que tanto ves por esa ventana? — su linda voz ronca llegó a mis oídos como si de un vendaval se tratará.
— Pienso en que me gustaría ser una de esas gotas — yo misma me reí de lo que acababa de decir y mi amor me miró triste. — Vamos cambia esa cara, odio verte así todo el tiempo.
— La única manera para que yo sea feliz, es sabiendo que tú vas a estar conmigo por el resto de mi vida.
— No, nunca has pensado que tal vez yo no soy el amor de tu vida — a pesar de que quería que sonará como una pregunta, salió como lo que realmente era, una dolorosa afirmación.
— Jamás, estoy completamente seguro que tú eres la mujer de mi vida, el único amor que necesito para ser un hombre pleno. — la seguridad con la que pronunciaba esas palabras dolía porque me sentía incapaz de ser tan segura como lo era él.
— Ven aquí — le señale el sofá frente a la ventana. — Que yo no este no quiere decir que no seas feliz, mientras me lleves en tu corazón siempre estaré viva.
— Ya no hablemos más de esto sabes que no me gusta, odio que hables como si te estuvieras despidiendo.
— Bueno ya sabes, con la muerte nunca se sabe, no podemos estar seguros de cuando será nuestra última vez, así que me tengo que despedir de ti todos los días — termine riendo, una risa por fuera, que por dentro no era más que un llanto desconsolado.
— Basta, ya basta — gritó tratando de contenerse — esto no es un maldito juego, es que acaso no terminas de comprender lo mucho que te amo, el día que la vida te arrebate de mi lado será el peor de todos, no sé cómo podré vivir sin ver tu sonrisa cada mañana al despertar, tus ridículos bailes en la cocina, la comida quemada por culpa de esos bailes — sonríe de manera amarga — tu canto horroroso mientras te duchas, verte en esta ventana gritándome que no sé apreciar un buen libro y tus caricias en mi cabello hasta hacerme dormir, comprende que aún no lo aceptó. — llegados a este punto de la conversación, las lágrimas caían de forma descontrolada, claro que lo comprendía.
Yo tampoco lo aceptaba, aún éramos un par de jóvenes con la vida por delante, al menos él lo era, la noticia de una enfermedad nos había arrebatado la felicidad de la manera más cruel de todas, llegó de manera inesperada rompiendo ilusiones, sueños y metas, destruyendo sin piedad todo lo bueno que con amor y sacrificio estábamos formando.
Lo amaba demasiado, era el hombre que me había dado más que nadie en esta vida, que me hizo más fuerte, me enseño a luchar por lo que quiero y amo, mi pecho se apretaba cada vez que me recordaba que en algún momento lo dejaría sólo, era lo que más me dolía sin duda alguna.
— No voy a poder vivir sin tí.— habló después de unos minutos de silencio.
— Claro que si, porque tengo un plan para que puedas vivir sin mí.
Se abrazo más a mí y beso mi cabeza con ternura.
— Estas demente y me das miedo — me reí de sus palabras — pero así te amo.
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Espero que esta nueva historia sea de su agradó y que no olviden votar y comentar.
Los amo mucho- L❣
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Cuando Ella Muera
Romance| ACTUALIZACIÓN MARTES Y JUEVES| ¿Qué es lo que eres capaz de hacer por amor? Alaric, es capaz de cumplir con el último deseó de la mujer que ama. Ella es capaz de dejarlo ir por amor. Ideando un plan sin fallas y riesgos, nadie saldría herido. ...