Eres Mia (Finn Wolfhard y Quinn Fabray)

Capitulo 3

NARRA QUINN

Venía saliendo de la escuela y como siempre busque a mi hermano, hasta que lo vi con una de esas chicas faciles. 

  "Noah." Dije y todos voltearon a verme.

"Ohm,¿Que pasa?" Pregunto levantando su ceja.

"Pasa que me quiero ir a casa."

"Espera, ahora vamos." Dijo y siguió hablando  

  Me sentía como una maldita niña pequeña. Todos estaban entretenidos en la conversación. Yo solo quería irme. Y no iba a depender de mi hermano, pues el usa su camioneta y pues yo... Usare mis pies. Empece a caminar, caminar, caminar hasta casa. No quedaba cerca pero tampoco tan lejos. Sabia este camino perfectamente, pues siempre veo por la ventana cuando estoy en el auto. Recuerdo cuando era mi madre quien me llevaba y cantábamos canciones juntas en el camino. Iba radiante y feliz a la escuela. Ahora era todo diferente, era mi hermano quien me llevaba y siempre hablaba por teléfono o iba con la música a todo volumen. Desafortunadamente no teníamos el mismo gusto musical. Llegue a casa, estaba muy cansada y subí corriendo lasescaleras hasta encerrarme en mi habitación. Me di una buena ducha, y salí y me puse lo mas cómodo que encontré en el closet. Un suéter que me llegaba hasta los muslos con un short corto que tapaba estos. Deje que mi cabello liso se secara y me puse a ver televisión, hasta que me quede dormida .

  Gritos me levantaron.

"¡Noah! ¡Mmm! ¡Ah! ¡Si!" Gemía aquella chica. Dios, ¿Que le pasaba a Noah para hacer esto en nuestra casa? Maldita sea. Juro que cuando lo vea lo matare. 

 Me puse los audífonos y puse la música a todo volumen. No soportaba mas, quería escapar. Quería irme lo mas lejos que pudiera. Le mande un mensaje a Celia que si me podía sentar con ella en el almuerzo, ella me contesto que si y que esperaba que nos dediquemos a ser las mejores amigas ya que ella no me a cambiado. (Ahora entiendo por que la amaba pensé riendo)

  ******** 

  Me levante muy temprano, me metí al baño y me arregle. Me puse el uniforme de las animadoras junto con el sueter. Hacia bastante frió. Y baje  

  Maldita sea.

Ahí estaba Finn, Gaten, Jaeden, Wyatt, Jack y Caleb. Mi corazón empezó a latir muy fuerte, hasta que vi a mi hermano. Me dirigí a la nevera sintiendo sus mirandas en mi y saque una manzana. (Ninguno de los 7 dejaba de mirarme, hasta que les hice entender con una mirada que me sentía incomoda) 

  "¿Ya no das los buenos días, hermanita?" Pregunto mi hermano.

¡Imbécil!  

  Buenos días deberían ser los tuyos,¿Verdad? Digo, con lo estupenda que debió estar tu noche."Dije, Gaten escupió el jugo de naranja y Finn soltó una carcajada (junto con los demás) 

Lo había hecho reír  

¡Si!

  "Mmm Quinn..." Murmuro apenado.  

  "No, Noah. Deberías tener un poco mas de respeto hacia mi. Esta también es mi casa. Lo de ayer fue asqueroso. Espero que no se repita o juro que llamare a papá y le contare sobre todas tus fiestas en su ausencia.  

  "Perdón, ¿Si? Lo siento. Juro que no volverá a pasar." Dijo con arrepentimiento. Solo lo ignore y me dirigí hacia la puerta. Iría caminando a la escuela otra vez  

  Se que me arrepentiré de esto. Seguí caminado hasta que sentí que una moto se poso a mi lado.  

  Oh dios, es su moto.

" Quinn, no tienes porque caminar. Si quieres te llevo." Dijo Finn mirándome. Joder, recuerdo las veces que me decía que cuando comprara una moto a la primera que llevaría seria a mi. Malditos recuerdos.  

  "No gracias. No necesito que me lleves, Finn" Dije cortante y seguí caminando.  

  "Bueno pues si sigues a ese paso, llegaras tarde. Hoy tenemos todos reunión con la señora Sylvester y no creo que quieras un regaño de su parte." Aseguro.  

  ¡Mierda!

Lo había olvidado. Me acerque a donde estaba y el sonrió. Me subí y temblaba con la idea que tenia que abrazarlo por todo el camino. Solo me quede quieta  

  " Quinn, ¿Es que acaso quieres tener un accidente?" Dijo. "Agárrame si es que no te quieres caer." Añadió. Estreche mis brazos, lo abrace por detrás y arranco. Podía sentir como sonreía.

  Lo apreté mucho mas fuerte en el camino, hasta que por fin llegamos al colegio y sentí todos los ojos posados en nosotros.