TRES

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Juro que podía cagarme encima y no estaba segura si de la emoción porque no quería que me viera.

-Hola, chiquitita.-Saludo de manera animada con una sonrisa de colgate, colgate de esta, por favor.-

Chiquita chiquita chiquita, por dios, tengo 17 años y esa palabra es estúpidamente retrógrada pero como me encantaba como la pronunciaba y  como sonreía.

-Oleg...-Asentí saludandolo, por supuesto que sin sonreír, a ver si se da cuenta que quiero besarle.-

Permaneció sonriendo y me dio lugar a paso, ambos para nuestros destinados caminos pero mi contacto con la manija no se realizó por el agarre de sus manos cálidas en mi brazo, me gire rápidamente y el acercándose a mi me dijo "se que te vuelvo loca", esta bien, sé que no lo dijo pero si lo dijera sería comprensible.

-Por favor, no entres.-Permanecía agarrandome, frunci confundida ante sus acciones -No deje un rico olor.-Rió y yo no tanto.-Valeria, es broma, no te recordaba tan callada.-Río nuevamente.-

Yo sonreí cuando las palabras recordar entraron sobre mis oídos y de ahí supe que el me recordaba, antes de que pudiera hablar el se adelanta.

-Dolores también vino, ahora si que se van a llevar bien- Rió y por esta vez más fuerte y retirándose-

Maldito Oleg, maldita Dolores, maldita vida.
Dolores desde que nos conocemos nos odiamos, ella siempre tan callada y yo tan sería, ella tan odiosa y yo tan indiferente, ella tan tonta y yo tan genial!, y lo mas seguro es que tenga que bancarla en todo el resto del verano porque así siempre se comportaron nuestras familias.

*

Termine mis necesidades en el baño y fui hacia la sala donde seguro me esperaba saludar a la familia de Oleg para lo que mi sorpresa no fue así, estaba mi familia hablando y yo extrañada me les acerque, no entendían mi confusión.

-No entiendo porque no está Oleg ni su familia.

-Hablamos de eso en todo el camino.-Dice mi hermano obviando por la cual yo asiento como si para mi también fuera obvio - Espero que ya estés lista para que vayamos a su casa.

Asentí nuevamente y mi mamá fue por un paquete, un regalo, se lo dio mi hermano mientras yo salía con ansias de ver a Marial, la mamá de Oleg, le tengo un cariño enorme y ansiaba hablar con ella para saber como iban las cosas en su hogar de clima frío, pronto ya estábamos caminando, la casa se encuentra abierta la vuelta por lo cual no nos afectaba caminar un poco, su casa era grande y fue una lastima que se hayan mudado de ella, la mantuvieron alquilando pero al fin y al cabo siempre había problemas con los inquilino por lo cual hace 1 año esta vacía, en cuanto llegamos pasamos directo ya que la reja no se encontraba con cerradura al igual que la puerta, Dolores miraba televisión.

-Hola - salude con cortesía y sabía que esperar una respuesta de ella e era caso perdido así que sólo segui a mi hermano quien iba a la cocina.-

Ansiaba ver a Marial así que lo seguir sin dudar, entramos y nos topamos con Oleg cortando unas frutas, extrañada mire por las ventanas que daban al patio para encontrar a su familia, no había nadie más.

-No los esperaba tan de repente - dijo sonriente mientras seguía cortando fruta.-

-Se nota que perdiste la costumbre - mi hermano lo golpea cariñosamente.-

-¿Marial esta bañándose o algo por el estilo?-Pregunté al encontrar un espacio para hablar.-

Mi hermano me miró queriendo asesinarme, Oleg sólo se incómodo y ahí sólo desee que la tierra se abriera para tragarme pero el universo sólo hizo el favor de que mi hermano pidiera permiso para que nos dirigamos hacia afuera.

-Valeria...-Suspiró.-Ya te dije que sus padres se separaron.-Yo lo mire catatonica, con ganas de lanzarme a Oleg y que aceptará mis disculpas.-Ellos no están bien por cuestiones económicas, van a vender la casa, incluso estas sean las últimas veces que veamos a Oleg y Dolores.-Me regañó y antes de que yo pudiera mencionar algún tipo de palabra el me callo.-No digas nada, ahora vamos a llevar sus bolsos a nuestra casa.

Asentí...

*

Me desperté en la madrugada con el agobiante calor con el cual el verano nos amenazaba. Dolores dormía en la misma habitación que yo, un colchón en el piso ya que no quise darle mi cama, tampoco se hizo problema, como mi habitación no era estrecha camine libremente entre la oscuridad y después de pasar por el pasillo ya me encontraba en la cocina, mi garganta seca rogaba un poco de jugó así que por supuesto le hice caso y me servi jugo para luego salir hacia afuera para contemplar las estrellas. Camine por el pasto y se encontraba suave, el momento conmigo misma era reconfortante hasta que siento cierto escalofrío, un ruido, un humo...Un alguien había destructurando toda paz en mi. Esta vez pensé fugaz y solo tenía que voltear, tirarle el vaso y correr hacia adentro.
1. Voltear
2. Tirar vaso.
3. Correr.
Nada complejo pero tan difícil de realizar, y con lentitud me voltee y con cierta estupidez sólo lo tire al piso y con cierta torpes me caí sobre los cristales rotos, ¿Por qué?, la respuesta es que solo se trataba de Oleg.

-Valeria, ¿Que intentas hacer?-Pregunto, tiro su cigarro y lo piso para luego querer ayudarme.-

-Tengo ganas de llorar.

-Acá esta Oleg.

Y él rió y yo no tanto.

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2018 ⏰

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