Insanity

5 1 0
                                    

Morí....

Han pasado dos años, tenia 21 cuando morí. Mi alma es lo poco que queda de mi, y esta desapareciendo. Quede en un tipo de agujero lleno de simplemente llamas, todo quema, a veces logro ver a alguna mujer o hombre desnudo caer por este abismo. Supongo que ya adivinaran donde estoy. Si. Estoy en el infierno. Cometí el error mas grande en mi vida. Me suicide por amor.

Se los juro, la amaba demasiado, pero ella se fue...
Si, también murió. Esperaba poder verla... Una sola. Vez mas. Pero ella era un ángel, el cual regreso a su hogar, y yo estoy destinado a arder en el infierno.

Siento que me estoy volviendo loco...

Saben, estoy hablando solo...

Solo tengo fuego a mi alrededor, no hago mas que llorar y recordar su rostro.

--------------------------------

Todo fue interrumpido cuando mi visión fue interrumpida por un destello blanco. Juro que vi su rostro. Bueno, todo quedo blanco. Abrí mis ojos, todo era oscuro, estaba en la nada, mire mis manos, eran de carne y hueso, aunque estoy en el medio de un bosque, no se donde estoy.

-Estoy vivo...

Mire mi alrededor, logre captar a un animalito correr por el área, mi mirada capto una cabellera castaña, muy conocida. Gracias a la brisa un par de arbustos lograror revelar su rostro después de haberlo tapado. Mis ojos se inundaban de lágrimas, lleve mis manos a la boca, callendo al suelo arrodillado, con impulso de mis manos comence a correr hacia ese cuerpo, una esbelta y hermosa figura se encontraba en el suelo. Su piel brillaba, era suave al tacto, coloque mi mano sobre su mejilla, dejando caer mis lágrimas sobre su cuerpo.

-Ella respira... Esta viva...

No se que acaba de suceder, ambos volvimos. Ella abrió sus ojos, encontrandose con los mios. Sus ojos eran verdes, tan llamativos, que me perdí en su mirada. Luego sentí un golpe en el rostro, ardió intensamente dejando una sonrisa sobre mi rostro, y la chica ruborisada, y enojada.

-¡Pervertido! ¿Que rayos estabas haciendo?

Dijo enojada, si. No me recuerda. Entiendo, me lo merezco, pero un hueco en mi pecho se hizo presente, igual estaba feliz. Me levante lazandome sobre ella y abrazándola fuertemente, ella comenzó a golpear y arañar mi espalda. Me empujo y la solté estaba enojada, se quedo sentada en el suelo mirándome, aun parecia enojada, pero estaba confundída, pues no le había hecho nada y estábamos en la nada.

-Ok, veamos, no se quien eres, ni donde estámos. No confió en ti para nada, y no me gusta que estés cerca ni que tengas contacto físico conmigo, asi que por favor, evita eso.

Asentí, algo extrañado. Era mi esposa. ¿Por que se olvido de mi? Solo suspire y dije.

•¿Enserio no me recuerdas...?

Deje caer mi cuerpo al suelo, cayendo sentando unos pasos alejado de ella. Mi cabello se había alborotado un poco. Ella solo negó con la cabeza. Pero no sabiamos donde estábamos. Estábamos perdidos, lejos de la civilizacion. No sabia que hacer.

Mira, debe haber algo cerca, se que no confías en mi, pero yo no haré nada, solo movamonos de aqui. ¿Si? Sera mejor que quedarse sentado en el suelo como un par de idiotas.

Extendi mi mano para ayudarla a levantarse, su mano aun estaba cálida. Medio un increíble ardor en el pecho, extrañaba esa calidez que ella brindaba. Bueno, la levante y comenzamos a caminar en dirección norte.

-Entiendo...

Estuvo el camino en total silencio. Ella tan solo me seguía teniendo unos 5 pasos de diferencia, esto dolía...  La conocí hace un largo tiempo, al principio me costo conquistarla. Mucho. Ahora comenzar de nuevo... Y mas ahora que la amo descabelladamente, sobre eso, la deseo. Tenerla aqui conmigo solo empeoraba el como me sentía. Caminamos unas horas en silencio, hasta que ella hablo.

-¿Tienes nombre?

A lo que yo conteste.

No... En realidad si. Me llamo Yuzu. Tu te llamas Juno.

Ella se quedo en silencio, creo que decir eso empeoro las cosas. No fue buena idea. Ahora tal vez crea que soy un acosador o algo peor. Cayo al suelo por un pequeño alzamiento de la tierra, por alguna razón me voltee en ese momento, y la tome, solo recibí otro golpe, al ella tomar de nuevo su balance.

-Ya te dije, no me toques...

Suspire, sabia lo terca que es. Me estaba volviendo loco ver su figura, verla a ella. Era una locura. Mi vida le pertenecía, aunque ella no lo supiese. Ella sugirió cambiar de dirección, lo cual hice, siguiendo sus pasos. Tenia un pantalón ajustado. Por lo cual, lo primero que entro en mi vista fue su atractivo trasero. Suspire, notando que en mi pantalón había algo presente. Tuve que moverme de otra manera para que no se notara. Hasta que se fue.

-Mira, encontré una cabaña abandonada.

Dijo ella con poca emoción, me miro y señalo en dirección contraria.

-Obviamente yo la encontre, tendras que buscar la tuya o dormir a fuera.

Sabia que esto sucedería. Asentí, quedándome de pie mientras ella entraba ahí, al mirar hacia otro lado, escuche un chillido, proveniente de ella, corrí al interior, dándole un golpe a la puerta. Había un animal muerto dentro del sitio, ella abrazo mi mano algo asustada, pegando su pecho a mi mano, esto... Era algo sugestivo, empeorando mi situacion. El animal estaba abierto por la mitad, obviamente fue obra de otro animal. Hice que me soltara y que saliera, para sacar al animal, tome al animal y lo arrastre, estaba podrido, lo logre sacar sin ensuciar el interior, ella no estaba en mi visión, aleje al animal del área y al volver ella estaba ahí en la entrada mirandome espectiva.

-Encontré una fuente de agua dulce cerca.

Asentí, algo fastidiado y ella volvió a entrar, esta vez conmigo, abrazando nuevamente mi brazo, al explorar por completo la estructura al ver que no había nada mas, ella me soltó y mirando hacia otro lado algo molesta dijo.

-No estaba asustada, idiota. No creas que te volveré a tocar.

Asentí ligeramente y salí del área. Dejándola a ella por su cuenta. Ella había encontrado ropas viejas para hombre y mujer, como si una pareja hubiera vivido ahí. Ambos extrañados solo aceptamos usar esas ropas. Había comida enlatada y algunas armas, aparentemente era un cazador el anterior dueño. Habían muchas cosas útiles en el lugar. Aunque nada eléctrico. Bueno, salí de ahí. La mire por la ventana, ella parece que estaba pensando, solo se sentó en la cama y se quedo mirándo la nada, hasta que miro por la ventana y me vio ahí. Se ruborizo cerrando las cortinas. Solo di la vuelta y me senté bajo un árbol.

•Joder...  La amo...

Así perdí la conciencia. Sentí un par de golpes en mi siesta... Aunque no logre abrir mis ojos.

OlvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora