Shot 4

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Las noches ya son muy solitarias frías, el viento no se atrevía a soplar frente al hombre que descansa su cuerpo sobre las barandillas se inclinó y sacó un cigarrillo y un encendedor metálico chasque la lengua antes de empezar a fumar.  Observar el cielo nocturno donde las personas mayores del hospital de altas especialidades el solo escucha a los pacientes mayores, para el joven alar guardó silencio una tristeza llenó aquella mente que asta ase siete años era tan pura como el estaque sin ninguna perturbación por el hombre o el eso creía nunca se imagina que la persona que mas quería estaría en como un sueño eterno. Alar hizo lo que cualquiera en el mundo de los ricos y adinerados aria para evitar que las víboras que tenia como accionistas aprovechara de la debilidad de la familia y arrebataran la empresa que su abuelo avía fundado con su espeso ordeno a los médicos que firmarán un pacto de confidencialidad se reservó la mitad del hospital y solo el personal calificado podía entrar.
Sonó el celular y se dedicó a mirar  la pantalla las letras eran vicepresidentes.
-presidente de "al er " conglomerados habla stone aler segundo. Sé detuvo Para guardar silencio.
-en que lo puedo ayudar vicepresidente.

La paredes crujieron al escuchar al viento y la voz del otro lado insinuó saber algo a pesar de la conversación eran misteriosos las cejas arqueadas y la sonrisa malvada de aler era tan agria como vil.
Mientras él seguía escuchando su cerebro tan brillante como egocéntrico la estratagema estaba echo pero como tenia que proceder fue un asunto a parte.
Llego a la entrada de un cuarto muy alegado del hospital no toco se quedó para do asta colgar el celular la persona del otros lado no tuvo la oportunidad de enojarse ya que el cerró el celular y lo apago al instante en que entro.

Los molesto aparatos de medición de signos vitales estaban por casi toda la habitación excepto por el sofá donde el guardó más cilencio . -abuelo no perderé tu compañía no mostrare misericordia por esas santígüelas que están esperando que cometa un error para echarme a un así no descansare asta encontrar al que hizo esto.
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-no grites preciosa o dañarás tu cuerpo acaso no sabes que tu padre te a vendido con nosotros. Una fuerte risa inunda la pocilga que tenían como bace de trafico de blancas. Tres niñas de 16 años están atadas de manos, y completamente desorientadas ya que no comprenden el asunto aún.
-hey no toque la mercancía los jefes quieren vírgenes y sin marcas o quieres morir.

Al escuchar el más gordo quito la mano una delas chicas.

Las mujeres temblaron no de frío sino del temor que sentían al ser tocadas por un gordo asqueroso ya sea por los dientes amarillo o por el hedor a putrefacción que parecía salir de la piel morena.

....

Alar sonrió al ingresar por el portal del hospital un miembro de su nómina sólo observó y escuchaba la palabra muerte.

One shot 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora