No sé si es porque acabo de comer mi comida basura favorita, porque es viernes, porque estoy en esos días de las mujeres o por qué, pero la cosa es que estoy apalancada en el sofá de mi casa con un índice sospechosamente alto de cursilería en mis venas.
No tengo ni idea, pero resulta que me he puesto a reflexionar sobre las historias de amor. Conocemos muchísimas: de adolescentes cancerígenos, de un mago y un cazador de sombras, de humanos y banshees, de una arquera y un panadero...Algunas son más verosímiles, otras no. Hay algunas que, si cerramos los ojos, podemos convencernos a nosotros mismos que son nuestras las situaciones que se viven en ella. Otras que sabemos que jamás nos sucederán, pero que igualmente disfrutamos.
¿Por qué tenemos este afán por crear más y más relaciones de la nada?
Y ya, al final de mis reflexiones profundas que dejan al Universo impactado, he dado con una respuesta que no sé si será la correcta o no, pero que a mí me vale y voy a tomar como verdadera: todos tendremos una historia de amor en nuestra vida. Algunos la estaréis viviendo en estos momentos. Otros ya la habréis vivido, y concluido. Y unos terceros, entre los que me incluyo, aún andamos esperándolas.
Tengo la viva creencia de que cada ser humano se merece una bella historia de amor. Dicho amor puede no ser el definitivo; esa persona puede no ser con la que acabes compartiendo tu vida.
Pero si compartiréis momentos, algunos de ellos que te dejarán sin respiración solamente con recordarlos. Esos recuerdos que te sacan una sonrisa en mitad de una cena familiar, y esto levanta sospechas entre madres, padres, tíos, abuelos, primos, sobrinos, perros, gatos, plantas, rocas...Y esos recuerdos serán los que hagan que la historia de amor valdrá la pena.
Como ya he dicho, mi historia de amor aún no ha llegado. Me he decidido a no idealizar, puesto que aunque continúe shippeando parejas, escribiendo fanfics y leyéndolos...jamás se me va a pasar por la cabeza ni un segundo desear que algo de eso me pasara a mí. Porque cada historia de amor es única, irrepetible, especial, y no estoy dispuesta a dejar caer expectativas o presión de algún tipo en la mía. Voy a esperar a esa persona con los brazos extendidos, paciente. Y una vez llegue, voy a aferrarme tan fuerte como pueda y voy a disfrutar de esa relación sin preocuparme por lo que vendrá mañana.
Así que quiero terminar esta breve y simple charla cursi con un mensaje para todos aquellos que sufrís por no tener un amor de pareja: vuestra historia llegará. Sólo tenéis que saber esperar. "Lo bueno se hace esperar", y yo estoy convencida que cuando esa persona llegue a vuestras vidas, lo sabréis.
Recordadlo, así como yo también haré el esfuerzo por recordarlo. Vivid vuestra historia de amor al máximo posible. Desde antes de su comienzo. Desde cuando ésta sólo forma parte de vuestra vida en forma de una simple charla cursi.
-Miss Jackson
