Prólogo

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Miraba a la taza de café frente a ella con odio como si esta fuera la culpable de todas sus desgracias, debían estarle jugando una broma.

"En pocas palabras, estas diciendome que hay un loco psicópata que amenazo en volar en pedacitos un estadio en donde habrá un concierto en menos de una semana" le dijo al hombre de traje que estaba sentado frente a ella "...Y no sé, no han pensado tal vez mmm...¿cancelar el concierto?¿y asi evitar secuestrar a una buena ciudadana?" dijo con tono sarcástico tratando de no perder los cabales.

Estaba que se la llevaba el diablo.

Tenía 4 días sin dormir, se pasó haciendo todo lo posible por terminar y adelantar a todos los trabajos que necesitaba para dentro de un mes, hizo los encargos que su "jefa" y se encargó que nada faltara todo con el objetivo de tener una semana para ella sola, sin la necesidad de preocuparse por estúpidos trabajos de la universidad y mucho menos por locos con aires de grandeza que creen que pueden causar un impacto en la sociedad haciendo actos poco planeados en busca de una venganza o cosas más tontas.

Pero el mundo no estaba de su parte.

Ese era el primer dia de su ansiado descanso, acababa de regresar a media noche a su departamento después de finalizar por fin un proyecto en su laboratorio de la universidad, entre comer y darse un baño el tiempo paso volando y había decidido acostarse y descansar pero no tenía ni siquiera 15 minutos acostada en su cama cuando tocaron el timbre, recuerda que intento ignorarlo pero fueron demasiado insistentes, con un humor de perros salio a ver quién demonios la molestaba a las malditas 4:00 de la mañana.

Pero bueno, no tuvo tiempo ni siquiera de hacer uso de su vocabulario aprendido en las calles, cuando abrió la puerta lo primero que vio fue a un hombre con traje y lentes oscuros y eso la saco de onda ¿Quién usaba lentes de sol en plena madrugada? La respuesta llego después cuando de la nada otro tipo apareció y le coloco un paño con cloroformo en el rostro.

Y asi término en esa situación, sentada en una silla incomoda con una taza de café frio, negro y amargo, según su reloj eran las 10:30 de la mañana en un cuarto cerrado de esos que aparecen en las series policiacas como si fuera a ser interrogada, el tipo frente a ella había estado hablando sin parar por 3 horas hablando sobre el país y las relaciones internacionales entre ellos y cómo afectaría en el gobierno y bla bla bla...

Y ahora salían con esto, la cosa más estúpida que había escuchado en su vida.

"Lo sentimos señorita Rivera y lamentamos que haya sido asi, no teníamos pensado traerla hasta aquí de esa manera" decía el hombre con cierta pena.

Claro, como a él no lo habían tratado como muñeca de trapo.

"En cuanto llego el aviso pensamos en lo mismo pero el criminal dejo en muy en claro que si lo hacíamos el colocaría bombas en distintos puntos de la ciudad y haría que estallaran al mismo tiempo...y espero entienda que es mejor dejar una sola área que podamos controlar" decía como si tratara de explicarle un tema muy complicado.

¿Quién se creía que era?

Ella entendida perfectamente la situación.

Lo que no entendía era que pintaba ella en todo ese embrollo.

Sabía que era algo que podía considerar solucionar dado a su "trabajo de medio tiempo" pero eso nadie lo sabía... a menos que la hubieran descubierto y eso realmente lo dudaba, había sido muy cuidadosa en los últimos 6 años.

Por lo tanto debía haber algo que hiciera al gobierno (porque si era el gobierno quien la secuestro de la nada, ¿Era en serio? ¿No podían simplemente hacer una llamada o mandar un correo?) prestarle atención y solicitar su opinión al respecto.

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2018 ⏰

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