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–Venga, James... Tengo que llevarla.

– No lo creo, Butty.

Lo miré con una ceja arriba –¿Butty?, no me llamas así desde que cumplí trece.

–Lo sé, en ese entonces decías querer volar junto con las ninfas como una mariposa; pero volviendo al tema, no te llevarás mi urna.

–James– lo miré seria.– Quiero que me acompañes, quiero que junto conmigo conozcas el mundo moderno.

–¡Oh, mi linda butty! Tan dulces tus pensamientos pero un viejo espíritu como yo solo busca el descanso.–se acercó a mi y envolvió mis manos con las suyas.– Es momento de que mi pequeña mariposa abra sus alas y emprenda vuelo en busca de su vida, y yo, yo quisiera acompañarla en su vuelo como el aire así que, mi linda y pequeña butty, esparce mis cenizas al aire justo en el pequeño claro en el que solíamos encender una fogata y bailar con las hadas y los duendes al ritmo de sus flautas traverseras.– colocó una mano suavemente sobre mi mejilla y yo, como reacción cerré mis ojos al contacto.

–¿Tienes en cuenta que si el aire deja de soplar, la mariposa tiene que planear sola, o incluso tiene que aterrizar y esperar?

–Lo sé, y con todas las inclemencias del clima sé que mi mariposa abrirá nuevamente sus alas y volará muy alto y cada vez  que lo haga, su vuelo será más suave y hermoso.

-Oh James, has sido como mi padre todo este tiempo, será difícil ir a un lugar desconocido sin ti.

-Pequeña butty, ¿Dejas de creer en el sol cuando se oculta y en su lugar sale la luna?

-No.

-Entonces, ¿Dejarás de creer que no estoy contigo si no me vieses junto a ti?

-En absoluto.

-Mi pequeña, tu ya has visto todo lo que aquellos que son ciegos de fe no pueden. Ya has constatado que, tanto el cielo como el infierno existen,en cuanto liberes mis cenizas mi alma quedara en las manos de San Pedro y San Antonio otorgándome la misericordia de nuestro señor y con ello me permitan atravesar aquellas puertas doradas hacia el paraíso; o tener que permitir el desagradable contacto de demonios alados, fetidos a azufre llevándome por medio de un remolino de gritos y desesperación hacía el reinado del maligno.

-Tu nunca has sido hombre de mal.

-Nina, tu corazón tan puro no deja de sorprenderme. Todos los seres humanos somos pecadores, no importa el tamaño de nuestro pecado siempre será juzgado por San Pedro. Quizá en vida fuimos carcomidos por alguno de los siete pecados capitales.

-La gula, la avaricia, la lujuria, la envidia, la vanidad, la ira y la pereza; pero insisto James, te vi durante trece años, viví junto a ti y puedo constar que la sencillez, la templanza, la humildad, la paciencia y la laboriosidad formaron una perfecta parte de ti.

-Aún tienes mucho que aprender y de alguna manera puedo agradecer el que no te acercaras demasiado a la ciudad pues de todo lo que dices me hacía un  hombre de bien, solo cinco pecados son atenuados, pero durante mi juventud hubieron cosas de las que me arrepiento. La lujuria y la envidia me corrompieron, siempre envidie lo que los demás tenían y miraba a las jóvenes de mi edad de una manera depravada.

-Son simplemente las tentaciones.

-Justo eso. Tan solo quiero aclararte una cosa más, tienes que ser cuidadosa con todo lo que digas. Temo decir que tus comentarios son directos y muchas personas pueden ofenderse además, hay nuevas expresiones que no entenderás al momento.

-Supongo que será un lenguaje vulgar al que tu te refieres.

-Así es, también tienes que ser cuidadosa cuando encuentres espíritus.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2018 ⏰

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Don't fear. | Jung TaekWoon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora