El sol de argentina

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Los ojos se detienen antes el cartel. Pertenece a un rostro desencajado, colérico, retenido, música con ayuda de los dientes.
-Nueva argentinidad.
De pronto al hombre se le escapa la cólera, arremete contra todo. Deriba los alambiques, las probetas, abre las jaulas de las ratas, que amplían su cárcel a toda la sala. Luego contempla fascinados los resultados de su poder desencadenado. Una rata parece buscar su presencia y el recoge con cuidado, casi cariñosamente.
-Hermana rata.
Se la mete en el bolsillo de su desventajas queta y sale del laboratorio al tiempo que empiezan a encenderse luces y se oyen demandas:
-¿Que ha sido eso?
-¿Que pasa ahí?
El que más pregunta es un hombre gordo con mayúsculas, con el rostro, el tórax y el abdomen llenos de amontonamiento de grasa y carnes olvidadas.

Tiene el rostro dramáticamente viejo y es lógico que pregunté con un pesimismo:
--Ni pesimista ni optimista, la voz de Sánchez le contesta:
-Tango, desaparecidos, Maradona.
El viejo cabecea más pesimista todavía y repiten
-Tango, desaparecidos, Maradona.
Antes Sánchez la perspectiva de un terrado barcelo,el viejo sentado en un sillón, en el horizonte, la ciudad como si creciera a medidas que se la mira. El viejo busca palabras que parece le cuesta encontrar. Tras los visilos de la ventana del ático dos mujeres maduras cuchichean mientras los miran de reojo.Sánchez permanece sentado en un sillón de mimbre a los emmanuelle, que en el contexto parece haber sido abandonado por un extraterrestre más que por un filipino.
-Por la memoria de tu padre, sobrino vete a buenos Aires. Busca a mi hijo, a mi Raúl.
Señala hacia la ventana desde donde espían las mujeres.
--Estoy en manos de sobrinas. No quiero que eso cuervos se lleven lo que permanece a mi hijo.

Quien sabe donde andará. Yo creía que había superado la muerte de su mujer, Berta, la desaparición de su hija. Fue en los años duros de la guerrilla. Quedó trastornado. También estuvo detenido. Escribí el rey, yo, un republicano de toda la vida. Pedí por el lo que nunca había perdido. Pacte lo que nunca hubiera pactado. Finalmente me lo traje a España. El tiempo, el tiempo lo cura todo, dicen. El tiempo no cura nada. Sólo añade su peso. Tu, tu puedes encontrarlo. Saber como hacerlo,¿No eres policía?
-Detective privado.
-¿No es lo mismo?.
-La policía garantíza el orden. Yo me límito a descubrir el desorden.
Sánchez se levanta, camina hasta la baranda de la terraza y recibe de la ciudad una propuesta síntesis de la vieja y la nueva Barcelona olímpica, los últimos almacenes de pueblo nuevo, icaria, la manchester catalana, listo para el desguace, retaguardia de la arquitectura ecléctica de la villa olímpica y el mar. Cuando le llega la voz en off de su tío, Sánchez sonríe levemente.
--Buenos aires es una hermosa ciudad que se autodestruye.
Su padre siempre le había informado que el tío de América hablaba muy bien.
-Me gustan las ciudades que se autodestruye. Las ciudades triunfales huelen a desodorante.
Se vuelve y dan la cara al viejo.
-¿aceptas?no entiendo muy bien eso de detective privado, pero ¿aceptas?

--Bien venidos a buenos aires. Sabemos que vienen a estar ciudad porque para los extranjeros argentina está en la ventana. ¡Ah!pero a nosotros no nos compran únicamente los japoneses :nos compran hasta los españoles,  y esos que España también está en venta. A España la compra los japoneses se saca el reloj de la muñeca y lo subasta.
-No lo voy a vender ni por un millón de pesos ni por mil pesos, ni por cien, ni por un peso.
Se arrodilla lloroso.
-les ruego que se lo lleven, que me lo quiten a los argentinos nos gusta que nos quiten los relojes, los amores y las islas.¡para luego poder escribir tango!.

El presentador recorre angustiado la sala ofendiendo si reloj Compulsivamanete a distintos clientes que reacciona entre la risa tonta y el rechazo ante aquel rostro Resumante de maquillaje y rimel.la luz del reflector persigue al presentador hasta que le paraliza, como si ya no tuviera objeto ofrecer el reloj. El presentador lo contempla cual objetivo viscoso, extraño luego seda cuando de que existe el público y pregunta intrascendente
--A propósito ¿que saben ustedes de Buenos aires?.
 

Continuará........

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