En otra parte de la ciudad de Arequipa un chico caminaba a su casa después de un día aburrido en su colegio, él quería matarse se cortaba, se drogaba, ya la vida no tenía sentido desde que su novia se murió sin haberle contado a él sobre su enfermedad, pero su mejor amiga aún estaba ahí le decía cosas lindas y sabiendo que si terminaba con su vida ella quedaría destrozada no lo hacía porque la quería de verdad, aun no sabía bien porque aún no planeaban verse porque ninguno de los dos se conocían, ellos empezaron a hablar por una página web de blog y desde los 11 se habían vuelto inseparables, ella le había dado su número y todas las noches se hablaban sin excepción alguna la quería mucho aunque él sea tres años mayor que ella.
Llego a su casa, como siempre su madre no estaba y había solo una estúpida nota en la barra de la cocina.
"Leonardo, tu padre volvió a salir, yo voy a llegar tarde. Tu hermano llega a las 6, te dejo a cargo"
Claro, la nota no era para él, sino para su hermano menor, ellos se llevaban tres años pero sus padres creían que su hermanito menor era más responsable que él, aunque en realidad el menor de la familia ahora estaba desapareciendo con frecuencia y Alex lo oía entrar como a las res de la mañana por la ventana de su cuarto, nunca le preguntó porque, porque no lo veía y no se lo menciona a sus papas porque entre hermanos se cubrían, pero si solo tuviera la más mínima oportunidad de verlo se lo preguntaría.
Pun, sonó fuerte la puerta detrás de él, voltio lo más rápido que pudo y vio a su hermano llegar recién con ojeras, dejo la mochila en el sofá igual como anterior mente lo hiso su hermano mayor y se dirigió a la cocina donde lo vio.
-hola Alex, me alegra verte- dijo Leonardo sin mirarlo a los ojos, paso de frente y fue a la refrigeradora, l abrió y empezó a observar que había adentro – ¿dónde está el jugo de manzana?-
- nuestra madre dejo de comprarlo porque ya no estabas en casa y tú eras el único que lo tomaba- se acercó y serró la refrigeradora con un brazo quedando enfrente de su hermano- ¿Dónde estabas?, ¿Por qué regresan a las tres de la mañana? Y ¿Por qué te vez tan mal con tantas ojeras?- ya estaba, le había preguntado lo principal.
-no sabes cuánto lo siento, pero no puedo decírtelo – se dio media vuelta y estaba dirigiéndose a su habitación cuando su hermano lo tomo del brazo.
- me he dejado de cortar y drogar para darte un ejemplo bueno y poder ayudarte, soy tu hermano mayor y me puedes decir todo- de la nada ve algo en la muñeca de la mano que había agarrado, subió la manga de la sudadera y vio un tatuaje como de un circulo y un dragón- ¿qué es esto he?, ¿en qué te has metido?, ¿Estás en problemas?, ¿le debes dinero a alguien?-la expresión de su hermano se tornó fría.
-por más que quisiera no podría decirte- se soltó del agarre de su hermano- adiós- dijo esto y entro su cuarto cerrando con brusquedad la puerta.
Alex hizo lo mismo, luego de cerrar las puertas los dos hermanos se tiraron en sus camas a hablar con sus mejores amigas las cuales siempre les sacaban una sonrisa, cada uno quería a su mejor amiga de manera especial aunque los dos se querían algunos secretos tenían que quedarse guardados.
Alex lo primero que hiso fue escribirle un hola a tita, su mejor amiga, la personita que lo hacía sonreír, a ella le contaba todo, sin excepción. Así que le empezó a contar sobre el tatuaje de su hermano que no podía describir bien ya que el tampoco conocía su significado.
Ella le conto que su hermana menor se tatuaba, Ixchel, tenía la manía de hacerlo todas las mañanas antes de ir al cole ya que nunca se le veía sin su tatuaje, el de ella eran más bien dos uno en cada muñeca, como una especie de circulo, era muy difícil describirlo pero lo intentaban.
Tres de la mañana y aun no acababan de hablar, a regañadientes tuvieron que despedirse para poder dormir mínimo 2 horas.
Los dos cayeron en un sueño profundo donde él volvió a soñar con ella, se la imaginaba con cabellos negros, unos ojos grandes marrón oscuro, con una piel blanca, ella le había icho que usaba lentes así que se los imaginaba un poco grandes, ni tan gruesos ni tan delgados y talvez sería una cabeza más baja que él.
Esa personita que no conocía lo escuchaba y lo hacia sonreír así que se sentía libre. Ella hacía algo que no hizo su novia, ella lo calmaba en cambio su novia era celosa y lo estaba y si verdaderamente lo hubiera querido le habría contado sobre la enfermedad que tenía, ni tan enfermedad a decir verdad, esa maldita bulimia se la guardo sin decirle a nadie para poder ayudarla y a consecuencia murió.
En cambio Larissa sabia de eso pero no la mencionaba, ella se sentí a gusto hablando con el como para meter un tema tan triste como la muerte de su novia, lo que la saco de sus casillas fue saber que el hermano de su mejor amigo se tatuaba, ¿será que ese chico y su hermana estaban conectados?, esas preguntas rondaron tanto en su cabeza que termino quedándose dormida.
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En otro mundo
RandomSon tres. Trillizas. Larissa, Marissa y Clarissa. Unidas, inseparables, pero con un oscuro secreto. Uno que comparten entre ellas y otro que tiene cada una. la pregunta es...¿sobreviviran a la verdad? Primer libro de la saga "Poco Comunes"