Cuento: Lados.

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Año 2069. Día 45 en este lugar, pase las pruebas para entrar. Estoy en el subterráneo, en el lugar más alejado de la sociedad civil "perfecta".
Sigo pensando en lo que inyectaron en Nell cuando lo vieron conmigo. Una semana después volví a verlo, el ya no era el mismo.
Las relaciones amorosas aquí no están permitidas, al igual que no está permitido expresar su pensamiento. No entiendo porque NADIE se revela. Somos muchísimos más.
Estamos en un lugar donde hasta limpiarnos a nosotros mismos, lo hacen los robots. Estamos pareciéndonos a ellos inclusive. Máquinas que son dirigidas por reglas.
Hace dos dias o tres, no recuerdo exactamente, intento buscar la forma de quitar el pensamiento instaurado en Nell. Lo extraño.
*Guarda su diario íntimo debajo de una chapa sobresalida del subterráneo*
Mi nombre es Jule y mi intención es, sin llamar la atención, derrotar este sistema que parece ser perfecto, pero no lo es. Intente revelarme antes, dijeron que mi clase de gente son los "stepped out" salidos del sistema. Nunca mas volví a hacerlo, ya que conocí a Nell.
Cada vez que camino por las calles de esta ciudad veo cómo todos son controlados, no entiendo como siendo seres humanos no piensan, no sienten.
Entre a mi casa, donde tenia mi robot, mis asistentes. Nunca podía estar sola, excepto en el subterráneo.
Tome mis libros en mi pequeña biblioteca y les ordene que fueran a comprarme ropa, así tardarían más y yo podría seguir estudiando, sin ser vista, cómo extraer un chip corporal, el mismo que habían inyectado en Nell, sin matarlo.
Busque entre aproximadamente 15 libros, hasta que en uno, salido de una serie hablaba del tema. Divergente se llamaba. Este estaba atrás de todo, inclusive con una madera por arriba.
Hablaba de una sociedad muy parecida a la mía, y cómo extraer estas cosas del cuerpo humano. Los divergentes eran personas pensantes, así bien como nosotros, los stepped out.
Costo mucho encontrar este libro, era como si nadie quisiera que se buscara o encontrara, y sabíamos eso.
Lo leí de principio a fin.
Debería conseguir un lugar vacío de personas y robots, que tengan instrumentos médicos y llevar a Nell sin levantar sospechas. Tenía el lugar justo y la compañía adecuada para hacerlo.
Jim, mi mejor amigo, trabajaba en el hospital de mi bloque (805) hospital en el cual atendían a Nell. Solo tenia que lastimarme para poder ir, encontrarlo y operarlo.
Decidí apretar mis dedos de los pies con un martillo, debia apurarme antes que llegaran mis "asistentes" o como yo les digo, espías. Tome una toalla, la apreté fuerte entre mis dientes e hice el golpe. Grite, mucho, pero al parecer el truco de la toalla funcionó y nadie escuchó.
Me recosté sobre el sofá y por un teléfono viejo llame a Jim.
El me dio el Okey para ir.
Solo faltaba esperar a que llegaran mis asistentes.
Pasó media hora, y como de costumbre tenían muchas bolsas de ropa.
Avise que me llevarán y como estaba con ellos nadie miraba extraño ni mucho menos sospechaba.
Paralelamente:
Soy Drea, dirijo esta sociedad hace años y nunca vi a personas tan persistentes como el grupo de Jule.
Aquí no puede haber relacionamientos y a toda costa ella siempre los tiene. No quiero matarla ya que, es una mujer persistente y fuerte que podría servirme de gran ayuda, pero si está empeñada en buscar a su hombre, Nell, como así dicen sus asistentes que vieron cuando llegaron de comprar antes a lo que ella pensaba, habrá que matarla, y ¿que mejor que manipular a Jim? Su mejor amigo.
Ordene a mis soldados retenerla apenas entrara a la habitación de Nell acompañada por Jim, a quien le inyectamos el chip de seguimiento.
De vuelta con Jule:
Estoy llegando con mis asistentes al hospital, Jim como de costumbre abrió la puerta, pero esta vez lo noté extraño. Supuse que esto sería una trampa, lo siento Nell, pero si estoy muerta no podré ayudarte.
-Debo ir al baño.-Dije a mis asistentes.
Ingrese al baño, tome mi pequeño teléfono y use marcación rápida a Gina, Paul, Pol, y Mónica. Amigos al igual que yo, steppeds out.
Empezará la guerra, la revolución.
Sabía que en el gran edificio, el único diferente en toda la ciudad, con estructura redonda, y blanco, diferente a todos con estructura cuadrada y de colores azul para hombres y rosa para mujeres, había un aparato, un solo botón que desactivaría todos los chips anti revolución.
Mónica era la buena en tecnología y actuación, nunca dudaron de ella, y trabaja en el gran edificio, ella se encargará de todo esto de tecno.
Los muchachos y yo, nos encargaremos de los subtes, aparte de ellos y yo, el señor Foster los hará funcionar, otro gran actor y bueno en mecánica, padre de Mónica.
Nos dividimos.
Mónica al gran edificio, Foster a los subtes, Pol, Paul y Gina conmigo.
Gina: mujer que seducía cualquier hombre, mujer y rompía aparatos.
Pol: el es el hijo de Drea, su debilidad, con él estoy segura.
Paul: Genio en destruir robots y sacarnos de líos.
Nos faltaba a alguien más, dos más que ayudaran a sacarnos ya que yo no podía correr y Nell mucho menos, llamamos a Josh y Drake.
Drea por su lado estaba odiándome, quería destruirme a toda costa.
Los subtes llegaban a la parte de allá, al mundo donde no es todo perfecto, pero todos trabajamos, no hay tantas restricciones y es sincero.
Osadía, se llamaba ese lado, ya que quienes llegaban, lo hacían por ser osados, valientes y fuertes.
Pusimos el plan en marcha, salí del baño y solo esperaba mientras caminaba lento con mis asistentes al lado, que llegaran mis muchachos.
Escuche como se empezaba a romper metal, supe que era Paul.
Di una patada a mi asistente en la entre pierna, golpee a mi robot en la cara solo para alejarlo y al otro lo destruyo Paul. El mato a los robots y personas, yo solo las alejaba de mi.
Jim quiso atacarme, y Paul quiso matarlo, pero antes de eso, solo apreté la herida de su chip para que él volviera conmigo.
Pol y Gina abrían camino, nosotros pasábamos, costo muchísimo hasta que llegamos. Habitación 105.
Entre, sentí brazos por la espalda y vi como se llevaban a todos mis amigos. Todos en autos, inclusive Nell yendo al gran edificio para ser ejecutados.
Solo que nadie sabía, que Pol, estaba con nosotros ya que él llevaba puesto un pasamontañas y al sacarlo nadie sabía que era hijo de Drea.
Ordenaron que nos sentemos, y tiraron una más al lado nuestro. Mónica.
Al llegar Drea, luego de una charla, ordenó que mataran a todos.
-Mama!- Soltó Pol.
Ella giró inmediatamente, sus ojos se cubrieron de lágrimas. No había sabido de su hijo en años y él la odiaba, profundamente.
Corrió a abrazarlo,  el simplemente la apuñalo, literalmente, por la espalda.
Mónica se levantó y corrió al botón, apretándolo.
Todos los robots cayeron y los chips se rompieron. Todos pensaban, entendían, sentían. Inclusive mi Nell se despertó.
Corrompimos esa sociedad, destruimos a la pensadora mayor de todo esto, y sin resentimiento alguno, sin dolor alguno, subimos a los subtes y escapamos de ese lugar, lleno de muertes, ambición, dictadura y sangre.
Nell volvió a mi, y comenzamos a trabajar con todos mis compañeros, como gente normal.
Nunca mas hablé de la dictadura. Hasta el dia de hoy.
20 años después, debo contárselo a mis nietos, para que nunca vuelva a pasar y si solo se llega a idear, se mate a quien lo idea, nadie sabe que puede hacer el poder, y si se pudo una vez, dos no hay dudas.
Yo soy Jule, y esta es parte de mi historia.

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2018 ⏰

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