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A veces cuando me veo al espejo no logró reconocerme.
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Y Guillermo se observó de nuevo al espejo y sonrió, esas sonrisas rotas, tristes, angustiantes, agarró con fuerza la navaja que sostenía en una de sus manos y la paso sin mucho cuidado por una de sus muñecas y seguidamente la sangre comenzó a escurrir bajando de su muñeca hacia sus dedos mientras seguía pasando con rabia la navaja por su muñeca.
Estaba sentado en medio de su habitación y el espejo de cuerpo completo frente a él, un frasco vacío de pastillas rodaba a su lado junto a una botella a medio tomar de tequila.
-Guillermo-Canturreó y sus ojos perdidos observaron la imagen que el espejo le regresaba.
De sus muñecas caía la sangre hasta sus dedos para seguidamente caer al suelo.
¿Ese era él?
-Lo eres-
Sonrió.
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-No puedo creer que regresaras- Chilló Alex desde el otro lado de la línea telefónica.
Guillermo puso él alta voz y dejó el teléfono sobre la cama mientras sacaba ropa de una maleta.
El apartamento era un mono ambiente, bastante amplio para una sola persona. Había vuelto a España hacía sólo tres días, era nostálgico volver después de haber pasado en L.A junto a Luzu y su novia un buen tiempo.
-¿Y cuándo saldremos a festejar?-Preguntó en tono pícaro su mejor amigo, Guillermo solo rodó los ojos divertido.
-¿Qué tal esta noche?-Le preguntó observando fijamente una vieja caja de zapatos que se encontraba amarrada por telas viejas.
-¡Sí!-Chilló Alex –Está noche será genial, le avisare a Mangel y Rubén para ver si se prenden-
Guillermo ignoró a su amigo y se sentó en el suelo con la vieja caja entre sus manos; Las telas resbalaron al suelo cuando las desató y sus manos temblaron mientras un montón de recuerdos azotaron su mente al momento de tomar la tapa de aquella caja.
-¿Nos juntamos en tu casa?- Preguntó el Alex tras unos segundos de silencio.
-¿Guillermo me escuchas?-Repitió al no obtener respuesta alguna.
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El Llanto.
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El dolor.
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La sangre.
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-¡Guillermo!-
El de cabellos negros se despertó de golpe.
-Lo siento, Alex-Se disculpó dejando la caja tal y como estaba – Los espero está noche, debo colgar, adiós- Dijo de prisa.
Alex no alcanzó a responder cuando escuchó el sonido de colgado.
Guillermo suspiró volviendo a amarrar aquella vieja caja y la guardó en lo más alto del armario detrás de algunos abrigos de lana.
-Así es mejor-
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Psicosis - Wigetta
FanfictionTe amo, Samuel ¿Tu me amas?... Pase lo que pase... A veces cuando me miro al espejo no logro reconocerme y a veces... escuchó voces en mi cabeza...