LOS DEMONIOS Y LA BIOELECTRICIDAD

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Los Demonios tienen una energía poderosa, mucho mayor que la del humano
promedio. Cuando los invocamos o tenemos un contacto íntimo con ellos,
pueden darse una variedad de efectos.
La bioelectricidad del Demonio se fusiona con la nuestra, pero como todos
somos individuales y nuestra fuerza de vida también es individual, ella opera
en diferentes niveles de intensidad. Lo que una persona experimente puede
que otra no. Esto depende de diferentes cosas, como por ejemplo los niveles
precios de energía de nuestra alma. Cuanto más poderosa sea tu propia
energía, mayor cantidad de energía podrás resistir, experimentando muy poco
o ningún efecto perturbador.
La fortaleza física que tengamos actualmente y nuestra constitución física
también determinan la cantidad de energía que podamos manipular. Las
personas que tienen mayor masa muscular o que son más fuertes físicamente
pueden resistir más cantidad energía proveniente de sus propios trabajos o de
fuentes externas.
Aquellos que hacen ejercicio físico intenso regularmente encontrarán que son
capaces de manejar niveles superiores de energía y progresar más
rápidamente para incrementar su propia bioelectricidad. Esto toma tiempo y
paciencia. Es como escalar una montaña, donde hay que acampar a ciertas
alturas durante un período de varios días o incluso meses, o más, para poder
aclimatarse antes de seguir ascendiendo porque, de lo contrario, se
experimentan sensaciones muy desagradables e inclusive efectos
amenazadores como, por ejemplo, enfermedades derivadas de una altitud
severa. Todos somos individuales y debemos avanzar a nuestro propio ritmo.
Las sensaciones comunes que podemos experimentar después de invocar a
un Demonio son sensibilidad en la piel, ardor, escozor, sensación de vibración
dentro del cuerpo, dolor en las articulaciones (para aquellos con niveles bajos
de bioelectricidad), sentir que uno está como brillando o flotando,
hiperactividad o nerviosismo, insomnio, ansiedad, frío o calor, euforia, júbilo,
sueños intensos, etc.
Cuanto más bajo sea tu nivel de energía de vida, mayores serán los efectos
que vas a experimentar, pero nada de esto debe preocuparte porque se te
pasará. Los efectos también dependen de la cercanía del contacto con el
Demonio. La pura comunicación telepática raramente produce los efectos que,
por ejemplo, tener sexo con un Demonio puede producir.
He invocado Demonios varias veces y siento escozor en mi piel durante un par
de días después de la invocación, siento como si me hubiera quemado el sol,
pero sin dolor, solamente la sensibilidad.
Invocar Demonios antes de ir a dormir puede provocar insomnio porque la
energía del Demonio puede mantenerte despierto, ya que es poderosa e
intensa.
Dándote poder a ti mismo e incrementando tu bioelectricidad siempre podrás
ser capaz de sentir al Demonio y tener efectos secundarios, pero serán
mínimos a medida que te vas fortaleciendo.
Sentir un arrebato en la kundalini mientras no estamos meditando indica que
hay un Demonio presente. Las energías Demoníacas se sienten parecidas a
las nuestras, pero se necesita experiencia para determinar si se trata de la
presencia de un Demonio o si lo que estamos sintiendo es nuestra propia
energía. Esto llega con el tiempo y con el contacto repetido con los Demonios.
- Suma Sacerdotisa Maxine Dietrich.

DEMONIOS
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