La obscuridad.

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Muchas cosas de ella me disgustan pero también muchas son fascinantes; me disgusta que sea obscuro, cada vez que intento posar mis ojos en algo tengo que entre cerrarlos para distinguir que es, siempre esperando que la mitad que es reflejada por la poca luz que existe sea idéntica a su parte que esta en completa obscuridad, odio que pareciese que tiene un poder especial para amplificar cada sonido que el el día es mínimamente importante, ese poder que tiene para hacer que la sombra de un ratón sea la de un enorme león, siempre le da mucho protagonismo al color blanco, desde un largo vestido colgado en el perchero hasta las cortinas de ventanas abiertas de par en par, hace que los espejos que sean más profundos creando un ambiente de tensión que crees será roto por la persona idéntica a ti dentro de el; me gusta desde que leo, escribo o pienso creo que es un palabra llena de elegancia, que al salir al patio todo este iluminado por la luz del sol reflejada en la Luna, que pareciese que regala brisas de aire fresco que te llena los pulmones en un instante, hace que el ambiente estruendoso se vuelva en calma, puedes quedarte en una posición y escuchar tus pensamientos, los escuchas tan alto que creerías que alguien mas podría escucharlos, así como escuchas las canciones con mayor claridad y algunas suelen cobrar mas sentido de lo que semejaban, cuando vez las cosas sin entrecerrar los ojos puedes imaginar que podrá ser y lo verás, puedes imaginar que un bulto de ropa es un gato o ver las irregularidades de la pintura de una pared y hacer que se muevan un poco, porque asi es ver en la obscuridad, cualquier cosa podría ser cierta si la imaginas, quizá algún día me veras en ella y podrías imaginar que estoy viva.