XVII

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Aquel calor que Yuta me transmitía era inigualable. Hace un rato me sentía indefenso, todo me daba vueltas, sentía que en cualquier momento caería y me quedaría en el suelo, pero esos sentimientos han desaparecido (solo un poco), cuando él me abrazo. Es como si me sostuviera y cuidara de no caer ¿Por qué mi mayor idolo me causa esto?

Seguía llorando y la habitación estaba en silencio, el único ruido que era audible eran mis sollozos en el cuello de Yuta.

—Estoy confundido... ¿Qué ha sido todo lo que le has dicho a Kun? —Le pregunté mientras seguí apegado a él.

—Antes de decírtelo, quiero pedirte perdón por todo lo que he provocado. Lo siento, yo no quería que esto acabará así -Se disculpó susurrando aquellas palabras en en mi oído provocando que todas las fibras de mi cuerpo se erizarán.

—No te disculpes, las mentiras tarde o temprano salen a la luz ¿No es así? —En ese instante Yuta dejo de abrazarme.

—Tienes razón, Si Cheng —Revolvió un poco mi cabello— Por eso fui a buscarte a la universidad, de eso quería hablar contigo. Kun te mintió, yo jamás te deje solo, bueno, acepto que me fui, pero fue porqué estaba confundido... En esos días te había estado tratando mal y créeme que lo último que quiero es hacerte daño —Bajo su mirada momentáneamente—. Siempre estuve ahí. Cuando estuviste en el hospital estaba todos los días afuera, Kun mando a Hansol a hablar contigo, no sé que fue lo que te dijo pero no creas ninguna palabra que haya salido de su boca —Volvió a mirarme a los ojos—. No me estoy justificando y me vengo a hacer el héroe, lo siento, también fue mi culpa, pero volveré a decir que jamás te deje, yo siempre estuve ahí contigo, perdóname Si Cheng.

No podía creerlo, después de todo Kun me estuvo mintiendo diciéndome cosas malas de Yuta, creí todo lo que me dijo al punto en qué llegue a sentirme como una basura.

No tenía palabras en ese momento, me quedé en blanco mientras que a mi mente llegaban todos esos recuerdos que fueron una mentira.

—Perdón, Si Cheng —Volvió a disculparse Yuta.

—Por favor, no te disculpes... No sé que decir en este momento, pero tú jamás me harías daño Yuta, en cambio contigo me siento seguro, me siento bien —Estaba realmente apenado de lo que había dicho.

—Te quiero, Si Cheng —Al oír aquello comencé a sentir como mi corazón comenzaba a latir cada vez más rápido.

—Yo también te quiero —Sin pensarlo dos veces abrace a Yuta, tal acción fue correspondida por él al instante quedándonos así minutos.

Cuando ya me sentía mejor salimos de aquella oficina encontrándonos con Ten, Doyoung y Taeyong.

—¿Estás bien? —Ten se acercó a mí.

—Sí hyung, gracias por preocuparte.

—Kun se ha ido, así que creo que todos tenemos el día libre —Mencionó Taeyong— Cualquier cosa no dudes en hablarnos, Si Cheng.

—Gracias hyung y perdón por todo esto.

—No, esto no es culpa de alguien —
Volvió a hablar mi jefe— Aunque algún día espero una explicación sobre todo esto ¿No es así Yuta?

—Claro y también me disculpó.

Nos despedimos y Yuta se ofreció a llevarme a mi departamento, no tenía ganas de ir a otro lugar.

En el trayecto fuimos hablando de cosas triviales. Al hablar con Yuta se me olvidaba todo, se iba la tristeza y las preocupaciones.

—Listo, hemos llegado a su destino señor, Si Cheng —Fingió su voz al decir aquello.

Fan ➸Yuwin [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora