Fuego y Hielo! #1.0

8

Narradora

Un joven peli-crema se encontraba camino a casa de su "amigo" al cual ya llamaba por su nombre, al llegar a la casa tocó el timbre algo nervioso y sus nervios aumentaron más al ver a un hombre alto abrir la puerta.

-"Seguro es el padre de Shirou"- pensó y después de mirar unos Segundos al hombre decidió hablar- Buenos Días,Señor!

-Buenos Días! Se te ofrece algo- hablo sonriendo.

-B..Bueno, soy un amigo de Shirou, quedamos en salir hoy- habla un poco rápido y con un sonrojo que solo un seme macho pecho peludo vería.

-Ouh! Eres Gouenji-kun, ¿no?- hablo el hombre y el menor asintió- Bueno, Yo soy Takumi Saotome, el padre de Shirou.

-¿Saotome?- se preguntó en voz alta el menor y luego se sonrojó al darse cuenta de que lo había dicho en voz alta.

-Si, Bueno.. Shirou y Atsuya son mis hijos adoptivos- siguió sonriendo pero esta vez siniestramente.

-A..Ah! Je, ya veo!- sonrió nervioso y asustado.

-Papa! Ya déjalo en paz...- se escucho una vocecita de ángel que hizo que él jóven Shuuya sonriera como Bobo, cosa que no pasó desapercibida por el mayor.

-Vamos! Cariño, yo solo hablaba civilizadamente con el.- sonrió a su hijo el cual bajaba las escaleras con un pantalón largo y una remera larga por el hecho de que hacía un poco de frío.

-Dudo que hablen civilizadamente!- le sonrió el niño a su padre y lo miro a los ojos, con la mano en los bolsillos e inclinándose un poco hacia el.

-Vaya! Me haz descubierto...- sonrió el mayor, shuuya simplemente miraba con una sonrisa, ya quisiera el tener ese tipo de relación con su padre.

-Si le haces algo a Shirou te Mato- escucho decir y al mirar a las escaleras vio a Atsuya vestido similar a su hermano.

-No te preocupes!- le miro serio y dirigió la mirada nuevamente a shirou quien ahora lo estaba mirando con un sonrojo.

-Shuuya!, vámonos ya!- el pequeño se veía tan emocionando que no se dio cuenta de que lo había llamado por su nombre delante de su padre.

-Oh! Haci que ya os llamáis por el nombre- un aura oscura lo rodeaba- Que bonito!.

Shirou y Gouenji tragaron pesado y se despidieron rápidamente para luego salir corriendo.

***

Ya en el parque empezaron a hablar más calmados.

-Te ves muy lindo, Shirou!- sonrió Gouenji.

-Gra..Gracias, Shuuya! Tu también- sonrió ladeando la cabeza un poco a lo que el mayor solo sonrió.

-B..Bueno! Quieres comer algo primero o ir a las atracciones?- pregunto algo nervioso.

-Mmm- el menor lo pensó un poco- creó que sería mejor ir a las atracciones... si comemos ahora podríamos marearnos- dijo

-Cierto! A cual quieres subir!- pregunto mirando esos ojos que lo hipnotizaban.

-A la casa del terror!!

Shirou no sabía por que había elegido esa atracción con lo miedoso que era pero, aquí todos ya sabemos el porqué. Una vez dentro empezaron a caminar y cada vez que Shirou se asustaba se apegaba más y más a Gouenji. Una vez afuera el albino pudo respirar.

-Dios! Maldito atsuya... me dijo que no daba nada de miedo- pensó en voz alta el menor.

-Bueno..no dio mucho miedo- sonrió Gouenji.

Después de algunas atracciones más y comer algo por fin los chicos decidieron subirse a la última atracción del día, La Rueda De La Fortuna. Que después de todo para la parejura sí que tendría buena fortuna.

-Es muy lindo desde aquí, Shuuya!- hablo el peli plata mirando con una sonrisa por las ventana.

-Cierto! Es realmente lindo...- hablo mirándolo, obviamente ese comentario no iba hacia el paisaje y el menor entendiendo eso se sonrojó.

-Que cosas dices,Sh..Shuuya!- río nervioso

-Es la verdad!- el peli crema acarició la mejilla del contrario acercando de apoco sus rostros, el espacio entre ambos desapareció rápidamente y un beso torpe se hizo presente, obvio por que era el primero de ambos.

Al separase ambos sonrojados simplemente esquivaron miradas y al salir de la atracción y del parque se dirigieron a la casa del peli plata.

-Oh! Hola.. llegan temprano- sonrió la madre de los hermanos.

-Si...- Shirou sonrojado se dirigió a su habitación.

Mientras un peli crema llegaba a su casa encontrando allí a su padre leyendo un periódico.

-Donde estabas?- pregunto este sin despegar la mirada del periódico.

-Sali con un amigo!- respondió sin más y su padre lo miro.

-Tu novio!- pregunto alzando una ceja y el menor de los Gouenji se sonrojó.

-No, papá! Es solo un amigo- y desvió la mirada.

-Tu cara no dice lo mismo!- respondió y siguió leyendo su periódico.

Ese hombre amaba poner en aprietos a su hijo mayor, pero aún así no dejaba su actitud sería.

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