Tras un largo día de trabajo, camino en las calles oscuras de mi ciudad dirigiendome a mi casa.
Despierta mi curiosidad el hecho que todas las calles estén vacías, puesto que no era tan tarde. Cruzando de acera escucho unas pisadas muy cerca de mí. Lo suficiente para invadir mi espacio personal.
— Es oscuro, muy oscuro, ¿no?
La voz de una mujer susurraba a mi oído.
Asustado, y como reflejo de mis nervios, me doy la vuelta rápidamente. Pero antes de llegar a ver la silueta de esa persona, caigo al suelo tras un fuerte golpe, y todo a mi alrededor se volvia oscuro.
— Oscuro, sí, como la noche y tu piel.
Mi cuerpo había perdido completamente el control y caí desmayado. Cuando desperté, observé a mi alrededor y me encontraba en lo que parecían ser unas bodegas abandonadas.
Estába todo vacío, de no ser por algunas partes del sitio que estaban llenas de cajas y cubiertas de polvo.
Estaba dentro de una habitación algo pequeña, sobre una fría cama. Desnudo.
No sabía que había pasado con mi ropa, ni mucho menos lo que me había pasado a MÍ, durante tanto tiempo desmayado. Entré en pánico al saber que mi cuerpo estuviera al descubierto en un lugar totalmente desconocido para mí.
De una puerta al frente de donde me encontraba, aparece una dama, vestida de látex.
— Vaya vaya, veo que te has despertado algo tarde... Qué travieso jeje— decía acercándose a mí. — ¡Qué es ésto! ¿Has perdido tu ropa?
— ¡Quién eres!.. Y, ¿Por qué motivo estoy aquí?— respondí agitado.
Lentamente la mujer de látex, se acercaba a mí, mirando cada zona de mi cuerpo con una ligera pero definida sonrisa.
Cada paso que daba agitaba más mi corazón.
— Shhh... No le grites a tu Ama. Aquí yo soy tu dueña y me respetas— se sienta en un extremo de la cama y con sus frías manos acaricia mi pierna.
— A- ama?
— Así es. De ahora en adelante llamame Ama Thyra, sumiso. — Y no te alteres, esto no ha hecho nada más que empezar.
Mi vista se nublaba un poco. Pero esta vez no por algún golpe en la cabeza. Sino más bien por la sensación placentera de sentir sus frías manos en mi entrepierna. Rozando mi piel.
Una sensación fuerte que nunca antes había sentido en mi vida.
— Conmigo pasaras, noches de fantasía.
— Ama...
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Noches de fantasía
RandomRelato erótico corto. Basado en humor y algo de improvisación. Geri, un jóven con muchos traumas en su vida, es secuestrado por una presunta chica misteriosa sin motivos aparentes. Tras indagar en su pasado y el presente, el móvil de su rapto va c...