Yo era un hombre común sin habilidades bélicas y sin actitud de asesino, pero también era el único que al parecer entendía todo y nadie más me creería; de eso estaba más que seguro. Quizás estoy loco, o tal vez todos los demás están dementes, lo cual al fin de cuentas es igual. A veces hasta yo mismo dudo si de verdad pasó aquel evento, porque cada vez cuesta más recordar los detalles y es por ello que te escribo esta carta, léela detenidamente... y por favor no duermas, no hasta saber la verdad... creo que me estoy adelantando, mejor comienzo a contarte desde el inicio:
La física Cuántica establece que cada vez que tomamos una decisión en realidad no la tomamos, sino que seguimos uno de las posibilidades de esa decisión, desatándose con eso la creación de todo un universo nuevo para cada posibilidad.
Según un antiguo libro que leí recientemente, ya que nada es perfecto, estas realidades alternas encuentran un punto cuasi común aproximadamente cada 1000 años produciéndose lo que en física se llamada una Singularidad espacio-temporal.
Seguía diciendo el libro que esta singularidad es notable por la aparición de cosas que no deberían estar, cosas procedentes de un tiempo y espacio diferente. Si esos elementos causan un gran cambio en la realidad entones esta se torna inestable y puede acabar siendo un universo caótico donde no existan leyes físicas absolutas y pasen cosas sobrenaturales. Al final agregaba que pocas personas podrían notar que están viviendo en un universo caótico pues la mente humana por miedo a caer en la demencia les haría creer que todo está bien al igual que en un sueño que no dudas de su autenticidad hasta que te despiertas.
Es verdad lo que dicen, que cuando eres parte del cuadro es difícil poder verlo... pero más cierto es que cuando sales de el, es imposible dejar de hacerlo. Hay algunas puertas que por siempre han estado cerradas y que una vez abiertas jamás podran cerrarse.
Hace un año que leí ese libro de una persona que se apellida Stone justo como yo y desde entonces no han parado de ocurrir eventos que tengo que contar para guiar al que lea este libro en el futuro.
A los pocos días de leer el libro comencé a cuestionar todo lo que veía, todo que antes mi mente aceptaba de forma ciega con la ideología que tenía que ser así. Traté de contarle mis descubrimientos a mi mejor amigo llamado Alejandro pero este creyó que estaba loco.
Yo también pensé que estaba loco hasta que 2 meses después en uno de mis tantos viajes para visitar a mi hermana en Francia lo vi por la televisión; un gran político con ideas revolucionarias y que aspiraba a ser presidente. Le decían Alex pero en realidad su nombre era Alejandro. Era un hombre de temperamento energético, simpático e innovador pero a la vez muy exceptivo. En una ocasión en un evento social le miré al rostro y era él... era mi mejor amigo, no podía dejar de pensar en eso. Recordé lo que decía el libro sobre elementos fuera de tiempo y espacio que se cuelan en la realidad, también que si estos no se neutralizaban podían causar un gran caos.
La idea de que era él recorrió mi mente cual cazador furtivo recorre un pequeño bosque en búsqueda de un presa. Traté de levantar murallas para encerrar esa idea pero no lo logré... aunque Alex tenía 10 años más que mi mejor amigo cada vez que veía a ese hombre lo veía a él.
Lo investigué y aparecieron muchos artículos sobre discursos que él había dado, propuestas radicales de impacto global que él quería implementar... pero yo no recordaba nada de eso, como si aquel hombre hubiese salido de la nada, lo que me generaba un gran sentimiento extraño e indescriptible.
Al otro día y de forma paulatina comencé a recordar haber escuchado de Alex antes, de cómo su política de inmigración había ayudado a mi hermana. Ya casi convencido me fije que mis recuerdos carecían sentido lógico en absoluto. Comprendí ahí que mientras uno sueña es que nuestro cerebro se va reajustando para aceptar una realidad incoherente como normal, así que comencé a escribir mis conclusiones en una libreta que reviso todos los días para saber cuál es la verdadera realidad.
Cada vez mas lo que escribía se distanciaba más de lo que creía en la mañana siguiente mostrando que si no hacía algo la singularidad terminaría sumiendo la realidad en el caos.
Con eso supe lo que tenía que hacer; matar al mejor amigo del yo del universo paralelo, es decir a aquel político brillante antes de que se convirtiera en presidente.
Nadie me comprendería... claro, sus mentes habían sido reajustadas por ellos mismos debido al instinto primordial de los seres vivos: La auto sobrevivencia física y mental.
Duré 3 meses examinando todos sus pasos para poder llevar a cabo mi plan. Mediante la observación de su modo de vida me di cuenta que él no era para nada un hombre malo más bien era muy caritativo y servicial, pero lamentablemente estaba en el lugar y tiempo equivocado.
Todos los sábados lo seguía en espera de que estuviera solo alguna vez. Así pasaron semanas hasta que una noche sucedió, él viaja sólo a su casa y yo lo seguía deseando que sufriera un accidente para así no tener que matarlo yo mismo. Justamente estaba pensando en eso fuertemente cuando escuché el sonido de los frenos de su carro fallar haciendo que su carro se pasara en rojo en un cruce de trenes y que uno de estos lo chocara, muriendo Alex al instante.
Al parecer al este morir y como yo esperaba se salvó el universo de entrar en un status donde las leyes físicas se pudiesen romper. Ahora solo quedan preguntas sin respuestas en mi cabeza como por qué coincidencialmente estaba deseando que sufriera un accidente cuando sucedió exactamente así o por qué después de ese momento todos lo demás siento que los he vivido antes como un dejavú y por último quien era el hombre de igual apellido que yo que escribió ese libro hace 1000 años.
Qué tal si todavía estoy en el cuadro?
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Viéndome en el cuadro: ¿Realidad?
Science Fiction¿Qué sucedería si mañana te despertaras presintiendo que parte de lo que antes dabas por sentado es falso? ¿Cosas que son tan esenciales para tu realidad que no creer en ellas pudiera llevarte a caer en la locura? Tratarías de olvidarlo... no, tú no...