Tú mismo lo dijiste... Siempre [Severus Snape]

[4] Primer día y ya me castigan

  El prefecto de Gryffindor me mostró cual seria mi habitación, debo decir que me pusieron sola, solín, solita. Pero le veo el lado positivo, si roncara no habría nadie quien me esté fastidiando con sus quejas de viejas hurañas. Al llegar al instante me había quedado dormida.

*****

  Me había despertado hace unos minutos y me encontraba en la sala común de Gryffindor esperando por Erick, ya que sería mi compañero de clases, hablando de clases ¿Qué era lo que tenía a primera hora?

  Minutos después Erick se dignó a salir y traía una hoja en manos. Lo miré con el ceño fruncido.

-¿Que es eso? - cuestioné.

Erick abrió los ojos como plato.

-¿Cómo que es esto? - se le notaba algo incrédulo - ¡Son nuestros horarios!

Me muestra la hoja y definitivamente era nuestro horario.

-Aquí dice, osea se supone que dice, que deberíamos de haber estado en la clase de pociones hace 15 minutos - dije mordiéndome las uñas.

-Ah bueno, si es así - decía Erick dejándose caer en el sofá. Cerró los ojos y soltó un suspiro, al instante abrió los ojos violentamente y se paró de un salto - ¡HAY QUE IRNOS! ¡¡EL PROFESOR NOS VA A MATAR!! o tal vez nos convierta en pequeños murciélagos o tal vez... nos convierta en ingredientes para sus pociones, no quiero morir.

Le dí un coscorrón.

-Se trata del profesor de pociones no de transformaciones - rodé los ojos - ni que fuera para tanto.

-¡¿Al menos sabes quien es nuestro profesor?! - exclama con terror.

-¿Una persona? -

-¡Una persona muy aterradora como Severus Snape! - volvió a exclamar saliéndose de sus casillas.

Ah ahí todo se me cuadra.

*****

Dubi, dubi, duba, dubi, dubi, duba.

¡No puedo creerlo! ¡Me van a matar! Si supiese que el profesor era es hombre vestido de negro probablemente me habría apurado más. Ahora por la culpa de Erick llegábamos tarde.

-¿Por qué es mi culpa? - preguntó sin parar de correr.

-¡Porque sí y hazme caso! - exclamé y ahora es cuando la duda me entra -oye ¿Hacía dónde corremos?

Dejamos de correr y Erick palideció.

-¡¡Estamos más que fritos!! - grita jalándose el cabello.

-¡¡Todo por tu culpa!! - ahora la alterada era yo.

-¡¿Disculpa?! ¡¡Si fuiste tú quien decidió esperarme!! - gritó muy alterado.

-¡¡Al menos agradece que te esperé!! ¡¡Por lo contrario estarías pasando por esto SOLO!! - le di otro coscorrón.

-¡¡AÚN ASÍ DEBERÍAS DE HABER VENIDO SOLA Y LLEGABAS A TIEMPO!! -

-¡¡DE TODAS FORMAS LLEGARÍA TARDE YA QUE NO SÉ EL BENDITO CAMINO A LA BENDITA CLASE DE POCIONES!! - puse mis manos alrededor de su cuello y él ponía sus manos alrededor de la mía.

Un portazo, que provocó un ruido que nos exaltó a ambos, hizo que nos soltáramos al instante.

-Los leones siempre tan puntuales y silenciosos - no sé que me dió más miedo, su voz seria y muy fría o más bien su presencia.

Lentamente giramos a mirarlo, juro que el corazón se me quiere salir por la boca, miré a Erick y este estaba más que pálido.

-E... nosotros... ¡Ya nos íbamos! - exclamé agarrando a Erick de la muñeca.

-Cinco puntos menos a Gryffindor por si insolencia, ambos castigados después de clases por inpuntuales - dice mirándonos con odio tal vez.

''Merlín, sálvame" fue lo primero que pensar.

-¿P-Podemos p-pasar? - cuestiona un atemorizado Erick.

El profesor Snape nos miró alzando la barbilla, como si lo estuviese pensando.

-Ni pensar, ambos esperan aquí Hasta que termine la clase si tanto quieren permanecer fuera - Dice girándose - y ni siquiera piensen en moverse de ese banco.

Señaló el banco y se metió de nuevo a la clase.

-Vi la muerte ante mis ojos - dice Erick aún en su trance de "No-me-conviertas-en-murciélago"

Así que ese aterrador hombre era Severus Snape. Interesante. Muy interesante.