Hay algo fuera. Estoy segura. No puedo quedarme en este contenedor por siempre, en algún momento tendré que salir y afrontar el nuevo mundo creado por las potencias del mundo.
Me he quedado sola, mis padres murieron en un bombardeo de Rusia a E.U. mientras yo estaba en la escuela, no pude ni despedirme.
Recuerdo todo perfectamente, empezaron con disputas por el poder y el comercio y sin avisar comenzó la guerra, la llamada guerra tóxica, todos creímos que iban a acudir a las armas nucleares pero no fue así, tuvieron mas imaginación y lanzaron bombas químicas con elementos tóxicos y mortales, así como bombas de enfermedades, literalmente, llenaron contenedores con virus muy peligrosos para matar a las personas que no murieron en la primera oleada de bombas tóxicas.
He pasado todo un año huyendo de las nuevas evoluciones animales gracias a los virus y sustancias tóxicas arrojadas, han comenzado a volverse mas salvajes, mas agresivos, mas depredadores.
En el caso de los humanos, lograron su cometido, quedan muy pocos con vida ahí afuera, el resto paso a la historia.
Cada día que pasa es mas difícil sobrevivir y se agotan los pocos recursos y suministros que quedan.
Al empezar el primer bombardeo no lo pensé ni un poco, simplemente salí corriendo de la escuela en donde estudiaba en dirección a mi casa, pero cuando llegue ya era demasiado tarde, encontré mi casa completamente destruida y a mis padres debajo de los escombros, recuerdo que no deje de llorar durante toda una semana, supongo que para una chica de 17 años es difícil perder a ambos padres en el mismo día.
Esa es la historia de una pobre adolescente con la vida destruida, pensé en suicidarme pero mi cobardia por morir y mis ganas de vivir aun a pesar de todo no me lo permitieron, así que opte por correr y correr del desastre, vivía anteriormente en California pero decidí ir a la zona en que todavía quedaba un poco de vida y esperanza, en Canadá. Llegué y descubrí que de hecho estaba tan desierto, vacío y deprimente como el resto del mundo, pero al menos aquí había mas suministros y recursos, lo malo es que al parecer aquí afectó mas a los animales y son mucho mas peligrosos de lo que jamás me hubiera imaginado, encontré un barco abandonado y encallado en el mar congelado, así que decidí volverlo mi refugio, entre al barco y encontré un contenedor de carga o algo parecido, desde ese entonces he estado ocultada aquí, en el barco había muchos suministros, como comida y agua, pero se han empezado a agotar, no me queda mas remedio que salir y buscar otro lugar, pero sinceramente me da pavor encontrarme con el mundo como es ahora, ya estaba acostumbrada a estar a salvo y en un lugar "seguro", pero no queda de otra.
Comencé a reunir todo lo que me pudiera ser útil como armas, comida, agua, mantas, bengalas, entre otras cosas y me arme de valor para salir, no sin antes hecharle un último vistazo a mi pequeño refugio, era muy solitario y deprimente pero me mantenía segura de cierta forma.
Salí y comencé a caminar lejos del barco, sintiendo el frio helarme los huesos y la piel, por suerte estaba bien protegida contra el frio.
Todo estaba completamente solo y silencioso, solo podía oir el ruido el viento helado y sonido de mis pasos en la nieve, un año sin ver el mundo exterior y todo se veía mucho peor de lo que estaba, no quise detenerme y pensar en eso, me era completamente horrible.
Camine y camine hasta que se empezó a hacer de noche, lo cual no era bueno, nada bueno, significaba problemas y muy feos, tenía que encontrar un lugar donde pasar la noche y no había nada a la vista mas que el bosque y la verdad no quería entrar ahí, ahí era donde se ocultaban los animales que podrían acabar con mi vida muy fácilmente, pero no había de otra.
Se me ocurrió la mejor y tal ves única opción, trepar un árbol mas adentro en el bosque y quedarme ahí hasta que amaneciera para poder seguir mi camino, ni siquiera sabia a donde ir, no tenía ni idea de que hacer, pero sin duda era mejor que morir en un contenedor por hambre o deshidratación.
Me adentre en el bosque con todo el sigilo posible con la esperanza de no llamar la atención de ningún animal mortal, finalmente encontré el árbol que pareció ideal. Comencé a trepar, me afiance lo mejor que pude y sin darme cuenta ya estaba a mitad del camino, seguí trepando hasta que llegue a la copa del árbol, mire desde arriba todo el paisaje, estaba todo completamente cubierto por nieve, se veía a la distancia lo que parecía ser la salida de una chimenea, lo cual me dejo petrificada, no sabia si eso eran buenas o malas noticias, solo sabia que tenía que ir ahí, solo que ya se había hecho de noche y empezaba la tormenta que suele pasar todas las noches.
Con una soga que traía en la mochila llena de suministros me amarre al tronco del árbol para no caer y me acobije lo mejor que pude para pasar la noche, me quede observando las estrellas hasta que lentamente me envolvió el sueño y me quede dormida.
Se que es corto el capitulo y que hasta ahora no ha habido mucha emocion pero ya comenzará la parte interesante, después de todo Alice tiene que descubrir que era eso que vio a la distancia.
Nos leemos luego y gracias por darle una oportunidad al libro, estoy en otro libro tambien así que es posible que no suba otro capitulo muy pronto. Besos 😘
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Lluvia de estrellas
Teen FictionEs el año 2035 y después de que la guerra entre E.U. y China explotara todo era normal, común, cotidiano. Ahora ya no queda nada y en un mundo vacío y muerto comienzan los peores problemas jamás afrontados, comienzan las evoluciones genéticas y los...