Es difícil tratar de encontrar el momento exacto donde todo comenzó a fallar.
¿Habré calculado mal las cosas? O, ¿simplemente me preocupo demasiado? Supongo que ya tendrás tu propia respuesta. Y está bien.
¿No estaría bien ordenar mis pensamientos? Quizá debería. Quizá yo estuve equivocado siempre.
Me gusta hacerme a la idea de que simplemente fluye, todavía incluso si Dios dice que no tiene remedio, haría caso omiso.
Constelaciones cayéndose a nuestros pies, los corazones rotos y las hormonas alborotadas. ¿De verdad creías que las cosas iban a ser mejores? ¿Tus sentimientos no pueden estar seguros? Hazme desear ser uno de tus cigarrillos y desechame. Esas miradas sucias. ¿Habrá pasado tanto tiempo?
¿Acaso una mañana de extrañeza es mucho mejor que una noche de soledad?