Reconocimiento

4.2K 416 123
                                    

Capitulo único:
Reconocimiento
.
.
.
.

No es su culpa, lo sé, el no pidió nacer como la creación perfecta, no exigió ser un prodigio el cual incinerase una habitación en segundos o congelase sus juguetes sin siquiera esforzarse, en ningún momento quiso que lo adoraras y educaras todo tiempo a él, mucho menos estuvo de acuerdo en que te pasaras todos tus descansos entre entrenamiento y trabajo creando planeas para hacerlo más fuerte.

No debería de envidiarlo tampoco, el se pasaba todos los días de su infancia entrenando, siendo repudiado por la única persona de la cual quería afecto, sintiéndose maldito con un poder que no deseaba.

Excepto, que él les tenia a ustedes, él te tuvo a su lado siempre, esforzándote por él, y mamá también, siempre que íbamos a visitarla ella lloraba y nos preguntaba cómo estaba —nunca preguntaba por nosotros, ¿Sabes? Era algo triste—. En cuanto a la abuela, bueno, ella nos cuidaba, aunque no era para nadie un secreto solo nos veía como los posibles herederos de una nimiedad de tus riquezas —aunque claro, la familia de mama era pobre, así que esa nimiedad ya era sorprendente para ellos—. No éramos nada realmente, tu si que lo eras todo por otro lado.

Yo quería ser como el, aun cuando sabia que me era imposible, yo solo puedo crear llamas —ni siquiera controlarlas— las cuales por esas épocas eran mucho más débiles que las tuyas —a duras penas y podía incinerar un trozo de cartón sin sentir que me desmayaba—, y, el detalle más grande, yo no tenia como aprender a mejorar mi habilidad.

Pero quería hacerlo, mínimo deseaba intentar que me vieras, tratar de ser tan fuerte como él; así que lo hice, me esforcé, yo no sabía mucho de Quirks o cómo funcionaban así que me limite a darle un uso continuo al mío, llegando a desmayarme en reiteradas veces y correr a vomitar tras comer cualquier cosa en días enteros, solo porque mi cuerpo no resistía tanta presión; Fuyumi se preocupaba por mí, ella me preguntaba que me pasaba, nos obstante, yo siempre la alejaba y le pedía me dejara en paz.

No necesitaba su cariño, yo estaba bien así, sin tu cariño, el de madre, ni el de nadie.

Así que, tras muchos años, lo logre. Mis llamas fueron mas fuertes que las tuyas, con una fuerza tan grande que llegue al punto de rostizar arboles gigantescos en segundos, también llegue al punto de crear mas fuego que tu a corto y largo plazo; aunque debo admitirlo, no tenía ni las técnicas tuyas o el estado físico que tú y Shōto tenían.

Pero mi quirk era letal, eso es lo que tu deseabas, ¿Cierto, padre? Pensé que ahora me mirarías, que aceptarías no era solo un error, así que fui contigo, trate de enseñarte, pero me subestimaste al instante, dijiste que tenía una fuerza destructiva increíble, y era por eso que mi Quirk no servía; me aseguraste era solo un lanza llamas con piernas, no podía dar calor a los heridos o pensar lo suficiente como para darles usos nuevos a mis llamas; y, por último, me dijiste mejor fuera a entrenar con Shōto, me alegaste todo mi entrenamiento había sido una pérdida de tiempo, aunque si iba con tu favorito seguro el podría aprender un par de cosas de mi.

¡Genial! Había ascendido de "Error" a "Herramienta A" de tu tesoro.

Y una mierda.

Ese día estalle, tome mis cosas, me despedí de mis hermanos —al menos de Shōto y Fuyumi, eran los únicos que se encontraban en casa esa noche— como si todo fuera igual, como si solo fuera a salir a entrenar donde siempre lo hago.

Excepto, que no regrese, tinte mi cabello, cambie mi aspecto, pensé que incluso podría hacer que me reconocieras como alguien —ni siquiera como tu hijo, quizá nunca me viste como tal cosa siquiera—, así que salí a la calle y espere la oportunidad, hasta que la vi, una niña pequeña que había sido secuestrada.

Pensé que podía salvarla, diablos, ¿Cómo no iba a poder? Se suponía que había entrenado toda mi vida para eso, para ser como tú y Shōto, para ser un héroe.

Yo vi como los héroes llegaron, pero se detuvieron, tenían miedo de los villanos, yo fui el único que se atrevió a saltar a la acción, sin embargo, no tenía ni un ápice de experiencia, termine lastimado y magullado, me desespere tanto por ya no saber que mas hacer y, tras entender los héroes no ayudarían; use mis llamas a todo lo que podían dar.

Use mis llamas en un desesperado intento por sobrevivir. Y lo logre, los villanos se hicieron cenizas, igual que la niña.

Tu tenías razón, mi poder era fuerte, aunque con un fallo: Yo no tengo autocontrol, me esforcé en mejorar sin pensar en los límites. Ya no se como eran las llamas débiles, mucho menos como provocarlas; yo solo tengo fuerza incontrolable.

Una fuerza que acabo con esa niña.

Me odie ese día, por la niña, por mi debilidad, y por los héroes que vieron todo. Ellos no hicieron más que llamarme villano y tratar de atraparme.

¿Así eran los héroes? ¿Así eras tu? ¿Así seria Shōto? No, así no eras tú, por más que me pesara admitirlo tu eres fuerte, genial, eres dolorosamente honesto; y Shōto, él se limita por motivos egoístas a la hora de darle uso a su poder, pero tiene potencial.

¿En serios ustedes están siendo catalogados en el mismo saco que esos inútiles? Qué vergüenza, que decepción.

Qué asco.

Ese evento me produjo tanta aversión que acabe por renunciar a mi ideal de ganarme tu respeto. Ya no quería ser alguien merecedor de tu aceptación si significaba ser llamado "Héroe", ser uno más de esos bastardos.

Estuve tan aburrido por un tiempo, ya nada valía, había dejado de usar mi quirk, solo entrenaba mi estado físico para sobrevivir lo mas posible en las calles. Hasta que lo escuche, oí sus ideales, escuche como denotaba vergüenza por los héroes actuales, y me sentí identificado, porque Stain sabia de lo que hablaba.

Había bastardos que solo manchaban el título de "Héroe", que hacían tu trabajo fuera desvalorizado, que opacaban la fuerza de Shōto que yo siempre desee, una fuerza de admirar.

Supongo que fue ese momento donde dejé de ser tu hijo en toda la regla de la palabra, cuando no te vi como un todo sino como una figura a la cual respetar. Pensé en ti como un héroe y punto final.

Así que forme un nuevo objetivo. No iba a ser como un héroe, tampoco como Stain el cual iba por ahí asesinando héroes —el asesinato constante tampoco es mi estilo—, decidí que simplemente deseaba dar un mensaje.

Si tantos niños querían ser héroes, entonces yo los haría cambiar de parecer con mis acciones.

Y, ya que la liga de los villanos estaba muy interesada en acabar con la figura a la cual mas personas idolatraban como héroe, yo no iba a dudar en ayudarlos; porque incluso si ese hombre era digno de mi respeto, necesitaba acabarlo por un bien común.

Sin modelo a seguir ya no hay objetivo, ¿Cierto? A menos, claro, de que estés dispuesto a continuar como un villano.

De modo que supongo ahora si que soy útil, ¿Sabes? Mis llamas no son para dar calor o ayudar, mis llamas ahora son para aterrar.

Y, por cierto, hermanito, si en serio deseas detenerme trata de nuevo, eres sorprendente y por más que lo intente jamás dejare de pensar lo tienes todo, pero eso no me detendrá de darles un escarmiento a tus amigos por medio de tu debilidad.

Después de todo, tus llamas aun no pueden ni acabar con una vida, ¿Verdad?

.
.
.
.

Palabras: 1293.

Reconocimiento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora