Y observe esos ojos, aquellos caramelos que llevas por ojos,
observe esa sonrisa, esa injustamente hermosa sonrisa,
regrese a mi realidad, y pude observar que no me pertenecías,
que en realidad a nadie a nadie le pertenecías,
porque eres un fantasma,
tan distante y frío,
tan cercano y caluroso,
un fantasma de mi pasado,
un pasado que nunca olvidare,
un pasado que es parte de mi,
un pasado que no me pertenece.
-C.