"Sí, yo le di muerte a Tate y a un par de personas más", admitió con una serenidad insólita.
"Estoy hablando de unas 15 o 16 puñaladas hacia Tate y hacia esa abultada barriga que traía", contó con despreocupación. "Solo fue necesario que nuestro mesías nos recordara a la familia y a mí que teníamos una profecía que cumplir".
Esta respuesta fue el detonante de mi efímero arrepentimiento. Mi pequeña Sadie, mi alguna vez confusa e indefensa Sadie, era ahora un monstruo, y todo a causa mía. Eso me hacía un monstruo incluso peor que ella, ¿cierto?.
No me arrepiento de hacer cumplir mi profecía. De eso jamás. Los afroamericanos aniquilarán a los blancos, aquella guerra pasará tarde o temprano. Y nosotros, mi familia y yo, seremos los encargados de desatar esta gran revolución racial para después, guiar a los que salgan victoriosos. Incluso mis ídolos me lo advirtieron.
Sin embargo, ahora que oigo las duras palabras de Sadie, tengo un sentimiento desagradable de remordimiento, y retumban en mi compleja cabeza pensamientos de cómo hubiese sido el futuro de Sadie si no me conociera.
Al salir de entre las rejas encontré un nuevo mundo, un ambiente liberal, la perfección según yo. Traté de olvidar mi pasado. Decidí olvidar a aquella mujer que debía de protegerme, guiarme y alimentarme de cariño; sin embargo, me abandonó e introdujo a este mundo tan sucio y bajo. Y logré sanar el rencor hacia ella. Hasta que crucé caminos con una pequeña Susan -a la que tiempo después rebauticé como Sadie-, y noté aquella mirada de desamparo que mi madre llevaba a medianoche después de sus típicas borracheras. Y yo, Charles Milles Manson, no lo resistí. El sentimiento de redención apareció en mí, quería cambiar su destino, quería que fuese diferente del de mi madre; pero ahora, que la veo y escucho a través de un deteriorado televisor, caigo en cuenta de que su destino es igual o incluso peor.
"Susan Denisse Atkins, usted es acusada de integrar el múltiple homicidio de la madrugada del 9 de agosto del presente año. Y según las pruebas y los testimonios dados, se le encuentra culpable." No. Necesito sacarla de ahí, ella no aguantará esa vida, y yo no aguantaré verla así. "Para finalizar con este juicio, se notifica que la sentencia será la pena de muerte sin opción ninguna a la apelación."
¿Sadie morirá? ¿Ella realmente morirá? Ella lo hará y yo me quedaré solo.
No puedo sufrir, no puedo llorar, si me derrumbo ahora la familia sabrá que el mesías también es quebrantable. Tengo que superarlo de inmediato.
Entonces pienso. Sin ella en este mundo, debo concentrarme en acabar con esta revolución. Pienso en que ella pagará por mi profecía. Tal vez solo sea una señal. Y así como el gran Moisés, yo tendré que sacrificar algo valioso por el bien del mundo. Y lo haré por ti. Haré que tu muerte no sea en vano. Continuaré esta revolución y mataré a las personas necesarias para dejar tu nombre en alto.
Así que decido que aquella pizca de cordura que poseo muera hoy junto a ti, mi querida Sadie.
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Thoughts of a Helter Skelter
Mystery / ThrillerEsto es solo algo que quise compartir.