Mi nombre es Lara Ramos, soy la mas pequeña de los hijos de mis padres y la única mujer, al igual que la única en la familia en ser mas robusta, mis hermanos son delgados y altos y mientras tanto yo todo lo contrario, nunca me ha molestado el hecho de ser de dimensiones distintas, es mas, creo que es normal que yo se un poco mas grande que mis hermanos, puesto que embarnecí, pero si hay algo que me molesta en cuanto a mi peso ,es que los demás no entiendan, que yo no soy gorda por gusto, si no que después de visitar varios especialistas me han asegurado que tengo un problema hormonal y por eso que mi peso nunca se encuentre estable y parezca una montaña rusa que sube y baja sin control.
En cuanto a mi vida amorosa, solo puedo decir que ellos prefieren las chicas delgadas nada del otro mundo, pero en algunas ocasiones suelo sentir que esas indirectas son para que yo nunca me haga falsas ilusiones con ellos, que solo me ve como su "amiga", por otro lado en la escuela hay un grupo de chicas que parece que llevan dos semanas sin comer por lo cual me sorprendí de que tuvieran tanta fuerza como para arrastrar la tonelada y media de lo que yo llamo mi bolso del colegio, no son chicas muy agradables, por lo cual no les gusta que llegue una chica nueva en su salón. Además de que yo no soy la chica mas sociable y agradable para los demás, sin embargo hago mi mayor intento de poder ser parte de algún grupo de amigos.
Cuando llego a mi nuevo grupo, trato de buscar un asiento disponible en toda la habitación, hasta que doy con un lugar libre en la parte posterior de este al lado de un chico super guapo, adelante de mi asiento esta un chico normal, no parece ser alguien que sobre salga mucho en la escuela, llego por fin a mi lugar y noto que el chico guapo me voltea a ver y siento como los nervios me recorren todo el cuerpo.
-¿Por que nadie me dijo que este año la mascota del salón seria un chanchito? - en ese momento, mi mundo se viene abajo y escucho como la habitación se llena de risas y murmureos sobre mi, parecía que todo estaba perdido cuando veo que dos personas no se reían de la cruel broma, el chico que esta delante de mi y una chica que se para de su asiento y la escucho como me defiende.
- Y ¿Por que no me avisaron que estaríamos con el mismo idiota? ,creí que tu ni siquiera habías pasado al siguiente semestre - veo como ella se acerca mas a el, a pesar de ser una chica de talla grande era muy guapa.
-Cállate Olivia, nadie quiere tu opinión y es mejor que le bajes a tus humos de defensora de los desamparados, no por que tu seas una chica curvy guapa, quiere decir que todas las chicas curvy lo sean -
-¡Que cojones!, acaso no ves lo guapa que es esta chica o cierto que a ti solo te gustan los esqueletos andantes, que solo comen lechuga cuando las invitas a salir- siento como su rostro se gira hacia mi - tranquila el se pierde de lo mejor, me llamo Olivia Mares, un gusto- su mano se acerca a la mía y la estrecha fuertemente.
-Oye Tommy, deberías de ver lo guapa que es esta chica- le habla al chico adelante de mi y por fin puedo ver su rostro y me doy cuenta que tiene unos ojos hermosos color verdosos.
-Es linda, veo que ya tienes una nueva amiga- fue todo lo que oí de el antes de agachar su cabeza al pupitre.
-Déjalo querida, hay días que viene con todas las energías del mundo, pero creo que hoy no es uno de esos días, y bien, ¿como te llamas?- antes de contestarle pude percatarme que ya nadie me estaba observando, excepto Olivia que esperaba una respuesta.
-Lara Ramos - es todo lo que logro decir y ella no insiste en sacarme mas tema de conversación, supongo que es obvio que me cuesta tener amigos.
-Okay Lara, ¿te gustaría ir a tomar un helado con nosotros después de clases? - me toma por sorpresa y el saber que por primera vez alguien me invita a tomar un helado que no sean parientes, me causa una sensación de nerviosismo y alegría que solo puedo aceptar con la cabeza.
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Curvy
Teen FictionC-U-R-V-Y, cinco letras que cambian tu autoestima, una forma más bonita de decir "gordas" a las chicas rellenitas.