Capitulo #1

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Capítulo 1

(Amber)

Me encontraba en un rincón de la fiesta, aislada de los demás niños y viendo lo que sucedía a mi alrededor. Era algo que me gustaba; observar y meditar.
Veía niños correteando de un lado para otro, agitados por sus juegos; padres desesperados, pensando qué hacer con sus hijos, aquellos que lloraban sin parar porque no les daban lo que pedían; niños pegajosos por las golosinas que obsequiaban en la entrada. Definitivamente no era mi ambiente, pues odiaba estar pegajosa por chocolates o dulces, odiaba a aquellos niños que lloraban por que no cumplían sus caprichos. Y respecto al correteo, no tenía amigos con los cuales hacerlo.
Mamá se encontraba reunida con las otras madres, riendo y disfrutando de la fiesta; algo que me hizo sonreír un poco. Me gustaba ver a mi madre feliz, era una dicha para mí. Sin importar nuestros desacuerdos yo la amaba con todo mi corazón.
Mi pequeña sonrisa desapareció al ver cómo un niño se acercaba hacia donde yo me encontraba. Aquel niño era un poco más alto que yo, cabello castaño y ojos azules.

---Hola. ---Se atrevió a decir mirándome atento. Por mi parte dudé por un momento sí contestar o no, no era mío ser sociable.

---Me llamo Bradley ¿Cómo te llamas tú?

---Amber Norway. ---Dije al fin.

--- ¿Por qué estás aquí sola Amb?

---Mi nombre es Amber, no Amb. ---Contesté con un hilo de voz.

Me ponía incómoda hablar con él, cómo sí con sus ojos viera todo lo que yo era.

----Pues para mi eres Amb. ---Sonrío aquel dejando ver sus dientes torcidos y pequeños.

No dudé en pensar que era un descuidado, había que ver su ropa sucia y desaliñada.

--- ¿Te gusta el pastel Amb?

---Sí...

---Espérame aquí que ya vuelvo ¿Bueno?

El niño sin esperar respuesta salió corriendo adentrándose a aquella casa en la que se celebraba la fiesta, pero claro, los niños estaban fuera de ella por los juegos que había en el patio.

(Bradley)

Me escondí rápidamente bajo la mesa esperando que unas madres se fueran, pero parecía que no lo iban a hacer así que me dispuse a planear algo para tomar un pedazo de ese pastel sin ser visto.
Miré bajo el mantel para saber que hacían, en qué lado estaban y sí era posible que me vieran sí me arriesgo, para mi suerte dos estaban de espaldas, pero había una que no lo estaba *¡Amber se va a cansar y se irá!* dijo una pequeña voz en mi cabeza. Tenía razón, así que no lo pensé más y saqué medio cuerpo para alcanzar un plato que por suerte tenía un trozo de pastel. Sonreí por mi victoria, o mejor dicho, casi victoria, una de las madres levantó el mantel mirándome acusatoriamente y dijo:

---Trae acá ese plato muchacho.

Yo negué con mi cabeza, pues quería llevarle ese trozo a Amber. Aquélla llamó a las otras acorralándome por los tres lados, menos una.

---Oye niño ese pastel es para los adultos. ---Dijo la misma ya enojada.

Me dispuse a sacarles la lengua a todas y salir por el lado al cual no había nadie bloqueando, me levanté del suelo y salí corriendo donde Amber estaba, aquellas madres me perseguían, así que tomé una curva escondiéndome tras una enorme matera, por suerte aquellas no me vieron y siguieron derecho buscándome. Tomé una bocanada de aire y corrí de nuevo a donde Amber.

(Amber)

Ya había pasado un buen rato desde que aquel niño dijo que ya volvía * ¿Creíste que en serio volvería? Es obvio que te encontró aburrida e inventó aquélla excusa* dijo mi subconsciente; tal vez tendría razón, mis ánimos se bajaron de inmediato, creí que al fin tendría un amigo. A lo lejos oía que me llamaban.

De Ventana A VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora