Erika es una joven y talentosa chica de 18 años. Vive en Indira, una Isla no muy grande pero acogedora. Durante el verano conocerá a alguien nuevo que se muda a la pequeña isla que la hará cambiar su manera de pensar a lo largo de la historia. Que c...
Mi nombre es Erika... Tengo 18 años y esta es mi historia....
Nací en Indira una ciudad no muy lejana de Australia... Mis padres murieron cuando sólo tenía 2 años de edad. Desde entonces, me crié con mi abuelo paterno, su nombre es Harold. Casi todas las noches me cuenta cómo se conocieron mamá y papá... En realidad su historia es como un cuento de hadas ya que se conocieron a la edad de 18 años y desde entonces nunca se separaron... Hasta ese día...
-Erika!, Erika! Despierta hija! Hoy es el día! Debemos de organizar el salón de eventos!
»Ay abuelo... por favor, déjame dormir unos cinco minutos más«.... Pensaba aún somnolienta, con ganas de seguir durmiendo otro poco. Puesto que me tocó quedarme despierta hasta la madrugada realizando un proyecto final para mi escuela... El Sweet Amoris.
Pero conociendo bien a mi abuelo no es de esos que se apiadan de sus nietos y los dejan dormir hasta el medio día. Tiró bruscamente las sábanas...
- ¡Abuelo! ¿¡Porque siempre tienes que hacer eso!?- grité aún con los ojos cerrados, suspiré y me senté al borde de la cama.
- Erika... Debes ser más responsable, ¡alégrate! Hoy tendrás tu primer trabajo- Entonces suspiró- Eres idéntica a tu padre.
No pude contestar. Sólo clave fijamente mi mirada a sus ojos color azules, ojos de los cuales heredé...
Mientras veía a mi abuelo salir de mi habitación supuse q iría adelante para organizar el salón... Ahora que lo recuerdo, hoy es el día en el que el hijo del dueño de la empresa mas grande de helados llegará. - Ojalá sea igual de dulce que su padre.- Murmuraba para mí misma.
Me dirigí a la ducha. Usé mi champú favorito con olor a chicle. Salí. Sequé mi gran cabellera color negro. Y me dispuse a buscar el conjunto que me pondría.
- Mmm ¿Qué me pondré? ¿Un vestido?- Así que desorganice mi clóset, al final me decidí por un overol negro que a la vez era un vestido y un saco color marrón claro. Unas botas, y unas medias largas que me llegaban más allá de la rodilla.
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Busqué mi bolso las llaves y salí a toda prisa al salón. Desde pequeña me gustaba inflar bombas y organizarlas. Tomaba flores y adornaba las mesas. Mi abuelo siempre supo que sería una gran organizadora de eventos.
- !Por fin! ¡Mi primer día de trabajo!.- gritaba mientras corría en dirección al gran salón de eventos de la isla.
Iba corriendo tan rápido que no me percaté de que más adelante se encontraba una persona, choqué con ély caí al suelo.
-¡Fíjate por donde caminas enana!- Grito el joven.
Mientras seguía tumbada en el suelo, puedo observarlo bien. Era alto, pelo castaño, ojos color verde esmeralda, y su traje casi militar. Llevaba una camisilla negra debajo. Una camisa hasta los codos color blanca, y un pantalón militar.
