Ahí estaba él, entrando radiante como todos los días, a la misma hora.
Con sus ciento noventa centímetros de estatura.
Su cabello castaño.
Sus ojos avellana.
Sus facciones perfectas.
Su cuerpo delgado.
Su sonrisa angelical.Me había servido de inspiración para el personaje principal de mi más reciente historia.
Durante toda la semana llegó puntual.
Ocho con cincuenta.
Ni un minuto más, ni un minuto menos.Había analizado la posibilidad de cruzar algunas palabras con él, pero nunca se quedaba.
Su café lo pedía para llevar.Quería saber más de él para enriquecer al personaje.
Quería saber más de él.
Punto.Aquella mañana fue diferente.
Al entrar, él me miró.
Me sonrió.
Lo único que pude hacer, fue hacerme chiquito en mi asiento.Pidió su café
Y nuestras miradas se cruzaron un par de veces mientras esperaba.
Miró su reloj.
Justo como lo hacía cada mañana.Ocho con cincuenta y dos.
Puntual.
Como siempre.Tomó su café y me sonrió nuevamente.
Al salir, le vació el café encima a otro chico apuesto.Así es como conoces a tu príncipe azul.
No sonriéndole al friki que te ha espiado durante la última semana, escondido detrás de su portátil.Él se veía apenado.
Miró su reloj nuevamente.
Ocho con cincuenta y cinco.Entonces apareció él.
Rubio.
Con la cabellera hecha una maraña.
Alto.
Musculoso.
Blanco como un fantasma.—Tremendo lío que se ha armado allá afuera, ¿no crees? —dijo con cierto tono de diversión.
—Eso parece —respondí, intentando sonar despreocupado y no como alguien que estuvo mirando a una persona durante los últimos diez minutos.
—Soy Daniel —dijo mientras tomaba una silla en la mesa en la que trabajaba.
—Tomás.¿Es así como conoces a tu príncipe azul?
¿Es así como inician las historias de amor?
La respuesta en muchos casos, es sí.
En el mío, es un gordo y rotundo no.
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Amor de papel
Short Story¿Cómo comienzan todas las historias de amor? ¿Cuando conoces a tu príncipe azul? ¿Y si tu príncipe es más bien un sapo? O peor aún, ¿Y si es el villano de tu propio cuento? ¿Y si los príncipes azules no existen? ¿Y si ese hombre perfecto para ti nun...