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-"Hey tú." gritó un chico alto, delgado, con el pelo azulado.
Sunggyu observó cómo uno de sus amigos empujó a un niño frágil contra la pared, golpeando con demasiada fuerza la superficie la misma tanto que cerró los ojos en ese momento y luego, cayó. El pobre muchacho hizo mueca por el dolor y los amigos de Sunggyu comenzaron a reírse, y él también lo hizo.

No era la primera vez que se encontraban en este tipo de situación: el grupo de Sunggyu y un chico más joven. Siempre era la misma amenaza y siempre el mismo resultado. Estaban en su descanso, y el niño dijo que no les trajo los sándwiches que había prometido. Y como cada vez que sucedía, terminaba enfrentándose al matón, con ojos brillantes y mirada de cachorro, tal vez tratando de ganar algo de su compasión para escapar del castigo.

Sunggyu tenía que admitir que él era lindo y que si estaba solo él caería muy probablemente con ese truco, con su pelo oscuro y labios en un mohín. Pero todo eso sólo le hizo pensar que le gustaba.  Y tal vez por ese motivo Sunggyu siempre miraba la escena con sorpresa, porque se sentía asqueado. Pero hoy no.

"Si, pequeño. Será mejor que los traigas mañana ", dijo, sosteniendo el niño por la muñeca para que se levante. "¿me oíste?"
El chico asintió con la cabeza, su flequillo se movía tiernamente mientras lo hacía, y Sunggyu se sintió asqueado. ¿Cómo podría ese chico hacerlo pensar... esas cosas? Era un hombre, por el amor de Dios.

"Ten cuidado, Sunggyu", dijo uno de sus amigos, dándole una palmadita en el hombro mientras se reía. "él podría suplicarte más seguido si eres  demasiado agradable con él."
El niñito apretó los labios mientras trataba de reprimir las lágrimas.
"Te gustaría eso, ¿no es así? uhm." Sunggyu lo sostuvo por la barbilla, pero el niño evitó su mirada. Una sonrisa rozó la cara de Sunggyu mientras daba un paso sorprendido, liberando al chico temeroso.

Otro amigo, un poco más musculoso que los otros del grupo, tomó más violentamente al niño por el cuello y abofeteó al mismo, cuyo rostro estaba comenzando a volverse rojizo.

Sunggyu de repente abrió la boca, muy sorprendido por la acción. "¡Hey! No deberíamos-" trató de decir más pero los demás lo ignoraron.

"Si no nos traes la comida mañana, te golpearé más fuerte". el chico gruñía, soltando al niñito que caía de rodillas.
Sunggyu observó todo, cómo el niño caía una vez más, acurrucado en una esquina, cómo se ahogaba y cubría con las manos ante sus sollozos.
No pudo evitar sentirse un poco culpable.

* 9 años después *

Sunggyu dejó salir un profundo suspiro mientras apagaba su computadora, frotando la parte de atrás de sus manos contra sus ojos, una prueba de su cansancio.
Ya era de noche y casi todo el mundo había dejado el edificio, pero todavía tenía mucho trabajo que hacer. Y aunque era el CEO de una gran compañía, prefería revisarlo todo, tener todo bajo su control. Es por eso que tuvo que revisar cada pequeño detalle, así no habría errores. Y para él hacer las cosas inmediatamente era lo que más importaba.

El edificio estaba casi vacío a esa hora, excepto por el equipo de limpieza, algunas personas a las que les gustaba pasar la noche y los que estaban esperando a que el jefe termine para irse, probablemente para verse bien delante de él. Pero a Sunggyu realmente no le importaba quién era quién, porque mientras el trabajo estuviera bien hecho, se les permitía descansar el tiempo que quisieran.
Su trabajo del día había terminado, respiro profundamente y se estiró antes de salir de su oficina. Vio a algunas personas saludarlo y les sonrió, pero lo único en su mente era volver a su cómoda casa y descansar.

El teléfono de Sunggyu sonó mientras caminaba hacia abajo, y lo tomo para ver que era su mejor amigo. Suspiró un poco.

"Hola, DongWoo", saludó, sacando las llaves de su bolsillo.

From: Hate , To: Love  [Woogyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora