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"La obscuridad llegó de la mano
De la noche cerrada"

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- No quiero hacerlo, soy muy marica para estas cosas, se los juro- dice un pequeño rubio mientras cierra sus ojos con fuerza y aferra sus manos al barandal con desesperación - saben que no me gustan estás cosas.

- Jimin será divertido, la vida... si no es hoy cuando- responde el castaño mientras tironea de sus hombros en un intento de lograr que el otro quite las manos del barandal

—  prefiero una vida aburrida, muy aburrida— sus compañeros “amigos” ignoraron sus cientos de quejas - ¡sueltame Jin!

— aprende a perder o eres un bebé — con la fuerza que tenía el chico obligo a jimin a sentarse en el puesto del piloto, antes de hacer su próximo movimiento se puso en posición de cunclillas mientras miraba hacia el horizonte— bebé u hombre jimin?! además ¿que podría salir mal?-

el mayor recibió como respuesta un "jódete", el no era del tipo que hacía escándalos, pero no estaba dispuesto a pagar una apuesta que perdió, en un juego que prácticamente desconoce y que fue obligado a participar, asi que las palabras de jin no tenían sentido- eres un idiot... — muy tarde, muy tarde, el pequeño vehículo improvisado se movió cuesta a bajo, unos segundos y todo se volvió negro.

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- ¡El anexo! ¿Tengo otra opción? - el hombre de mayor edad simplemente negó lentamente para después caminar hasta posicionarse frente al el estudiante, el aura que proyectaba aquel señor era de cansancio total, está vez no tendría salvación

— puedo llamar a tu tutor para llegar a un acuerdo si eso quieres—  el chico rubio niega rápidamente, de ninguna manera llamar a su padre seria una opción  — es un ¿No?, Joven Park debería conseguir nuevos amigos y ... Solo ve a tu castigo — Jimin tuvo que reprimir una mueca de desagrado, pues era un hecho que no le agradaba al coordinador de disciplina o al menos esa era su sensación, además, el sentimiento era mutuo a él tampoco le agradaba ese tipo, su único trabajo era monitorear a los estudiantes, pero ni eso podía hacer.

¿Que hacer? nunca había estado en el anexo, rara vez había caído en detención ya que sus maldades eran solo pequeñeces, hasta que tuvo que toparse con Jin, un estudiante de grado superior que le tendió una trampa, debio haberlo presentido, que más podría hacer ya estaba castigado.

Lo único que le daba consuelo y a la vez no era que el anexo había sido creado con el fin de no pasar reporte ni hacer seguimiento de cada situación, los estudiantes simplemente eran mandados a este lugar y ya eso era todo, no había monitoreo de los casos, ni nada, así que su padre no se enteraría de esto y todo estaría bien.

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Tomando una bocanada de aire y reteniendola por un momento en sus pulmones para luego soltarlo de manera sonora Jimin estaba decidiendo si entrar al lugar o marcharse —¿Que son dos semanas?— sus palabras quedaron en el aire, al darse cuenta que ese lugar no era como lo describían —normal, es un puto salón normal— entre las habladurías de los mismo estudiantes se habían encargado de difundir al anexo como un lugar obscuro, sucio, lleno de humedad, las cosas en mal estado y un sitio extremadamente pequeño, lleno de tipos y tipas con pintas extrañas y rostros desagradables, aunque viendo con sus propios ojos no era nada de eso, si dejamos de lado las "Cosas" que se saben de ellos, los estudiantes presentes son de lo mas normales , es más hay darle una repasada al salón hay muchos estudiantes que no creyó encontrarlos aquí, jimin casi se va de espalda al ver nada más ni nada menos que a la representante de su grupo aquí, eso si que es una sorpresa, y no precisamente porque park sea un santo o un estudiante ejemplar, para nadie ha sido participe de una que otra pelea, pero no se le considera un problema, solo un leve dolor de trasero, gracias a la gente chismosa ahora todos creen que se la pasa en peleas callejeras, aún así no ha hecho ni la mitad de lo que se les acusa a los presentes -vaya suerte la mía.

—Hola que tal guapa— escupe con burla un chico alto con cara de pocos amigos, ahora recordaba porque a nadie le gustaba ser enviado al "anexo" ahí solo era enviados los estudiantes problemas. Bah! Aparte del estigma de la apariencia del lugar, todos sabían que no era una sala de detención si no más bien un espacio  para hacer lo que quieran sin que nadie les diga nada, porque siendo sinceros los maestros sacan una y mil excusas para no tomar esos casos, no porque sean realmente graves, sino porque los docentes tendrían que levantar reporte y son un tanto vagos — ¿olvidaste pintarte las uñas y te castigaron?.

—¿Que?— le miró con mucha indignación —para tu información yo no me pinto las uñas y el porque de estar aquí no es de tu incumbencia, así que... —intento apartarlo pero este ya lo tenia del cuello — me estas lastimando, sueltame.

—Soy Yongguk ¿cual es tu nombre pequeño?.

Estaba en un debate interno de si decir su nombre real o uno falso de todas formas sería golpeado hoy, mañana o los días que faltan.

—Pa...Park Jimín— recibió una sonrisa genuina por parte del más alto y a la vez sintió que el agarre en su cuello se aflojaba considerablemente.

—cuando vas a cambiar YongGuk, otra vez en este lugar, ¡Sueltalo!— se escuchó una voz desde la puerta.

—!pero si no le estoy haciendo nada!.

— Si claro y yo estoy ciego, solo sueltalo.

El chico de nombre Yongguk bufo haciendo todo lo contrario, azotando al chico rubio en la pared

—hijo de puta.

no alcanzó a dar un paso más y ya estaba siendo estampado nuevamente contra la pared, definitivamente odiaba este lugar

—Que boca— el tipo le dio una mirada descarada barriendolo de pies a cabeza, para detenerse en sus labios

Recibió una carcajada demasiado sonora para su gusto —¡De que te ríes maldito!.

—Eres lindo con toda esa boca sucia que te cargas, Niño, ¿Cómo te llamas?— el menor miró desconcertado al chico que recién acababa de llegar, cuando el agarre en su cuello se intensificó, ¿Que era esto? Estaba siendo ahorcado en ese preciso instante y ese chico desconocido, ni nadie presente iba a hacer algo para ayudarlo o defenderlo de su agresor.

—Pregúntale a tu amigo— escuchó un leve resonar, apenas si podía ser considerado una risa por parte del más alto y lo odio por eso, ¿que era esto?, de verdad no planeaba detener a ese tipo Yongguk.

—Hermano creo que ya debes soltarlo.

El rubio ya no era muy consciente de la conversación de los dos chicos

— ¡jeon! Cuando hacías de las tuyas nunca dije nada - escupe el pelinegro ignorando a su amigo

— no puedo...respirar— park había alcanzado al tipo que yongguk había llamado Jeon con su mano izquierda  para clavar sus uñas en el pecho del desconocido y terminó por sacarle una maldición y sangre— Niño!, Niño! Sueltame sueltame— inmediatamente park suelta su agárre

recibe como respuesta una de las típicas carcajadas de Yongguk.

—Que te parece gracioso.

—es que como te digo, amm como que se me fue un poco la mano.

Apunto al rubio medio inconciente mientras soltaba nuevamente sus sonoras carcajadas pero está no estaba cargada de burla sino de nerviosismo, inmediatamente Jeon se inclino para revisar el estado de park y claramente estaba apunto de desmayarse, y con unos hematomas que no se irían en un buen tiempo, tendrían que llevarlo a enfermería y como explicarían lo que pasó.

—¡Carajo, carajo, carajo!.

—relájate.

—Que me relaje? recuerda una más y te expulsan.

—hablo el señor rectitud.

No alcanzaron a seguir discutiendo porque el coordinador de disciplina los encontró a buena hora mientras hacia su ronda habitual.

— lo encontramos asi.

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No sé si alguien recuerda este fanfic

Melody le desea a quien lea esto
Una bella y pacifica noche
O un bello y pacifico día

TÓXICO • KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora