SAV; XVII

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El aire no llegaba a mis pulmones, la máquina de oxígeno ya no tenía ningún efecto sobre mí.

No podía respirar, un pitido comenzó a sonar y la habitación pronto se llenó de enfermeras y doctores.

Gire débil mente mi cabeza hacía la derecha, la vi. Y probablemente, fué lo último que vi en mi vida.

suspiros al vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora