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Quedan veinte minutos para que fuera media noche,para llevar acabo este plan, nuestro plan. Ya va siendo hora de que nos liberen de esta puta cárcel, pero como los perritos guardianes no quieren, tendré que mandarles a la perrera.

-¿Os queda mucho? - dije mientras me ataba los cordones de mis zapatillas. Mientras mis amigas, Liv y Brooke, que obviamente no se llamaban así, repasaban el plan como por quinta vez en menos de diez minutos, yo me metía la pistola debajo de mi camiseta, en mi espalda e intentaba como sea meter la pequeña navaja dentro de mi zapato derecho. Miré el reloj que estaba encima de las literas de nuestra pequeña y asquerosa celda. Solo faltaban diez minutos.

Si supieran que me tiembla hasta las pestañas, no saldríamos de aquí nunca.

-Bien, pase lo que pase, no podemos volver aquí; si tenemos que matar a alguien lo haremos, ¿vale? - Una vez dicho esto,las luces se apagaron y empezaron a cerrar las celdas. Para que no sospecharan, nos fuimos a nuestras camas para hacer un poco el teatro.

Esta noche se van a divertir con nosotras.

Como estaba escrito en el plan, se escucharon a lo lejos de la prisión, los dos primeros y únicos disparos para distraer a los policías. Por acto reflejo, salté de la cama para moverla y apartarla a un lado; el ruido de la litera al moverse pasaba desapercibido gracias a las demás prisioneras que gritaban y montaban una fiesta.

Esto os pasa por joderme perras. Espero que disfrutéis la paliza que os darán mañana. Besos.

-Liv,Brooke, venga,no tenemos tanto tiempo. -Dije medio susurrando. Bajamos lo más rápido posible por debajo de la cama y, como podíamos, movimos la litera de nuevo a su respectivo lugar. Cuando bajé de un salto a los túneles de las tuberías, no se veía casi nada, y lo poco que veíamos del túnel, estaba lleno de piedras.

-Kayle, ¿que hacemos? Juro que si puedo vengarme de estos capullos por no mantener en buen estado esta puta prisión, lo haré. -Dijo Liv con cierto tono de enfado que me hizo sonreír.

Poco a poco íbamos acercándonos a la entrada y pronto podríamos ser libres otra vez.

Echaré de menos esta prisión... No, en verdad no. Ja

-¡NO SIGAN CORRIENDO O DISPARO! -Escuchamos detrás nuestra.

Mierdaa.

-Recordad la primera trampa.- dijo Brooke susurrando. Escuché eso y supe lo que debíamos hacer. Caminé un poco y me "caí", haciendo que el guardia se pusiera en alerta. Agarré como pude la pistola que tenía detrás mía, y le disparé en el muslo izquierdo.

¿Quién en su sano juicio se atreve a dejar al guardia más imbécil y débil de toda la prisión, solo?

-¡QUE SUBIDÓN DE ADRENALINA! - Mientra me acercaba a ellas, me reía solo por el hecho de recordar cuando, en el comedor de la prisión, le hice la zancadilla a ese mismo policía, y se calló justo donde antes, Liv vómito, por comerse un trozo de tomate.

Empezamos a subir una escaleras de mano que debería de dar al exterior. No veo la hora de poder hacer vida normal, como una chica normal de 20 años y poder ir a una universidad normal, tener una casa normal, un perrito normal y que todo sea perfectamente normal.

Alguien deja de ser normal desde el momento en que roba todo un banco y mata a seis personas, ¿no crees?

Liv intenta abrir la alcantarilla con todas sus fuerzas, lo consigió, cosa que a Brooke y a mi nos sorprende demasiado. Liv es la primera en salir y avisarnos de que no hay ningún guardia de la prisión ni ningún coche de policía. Luego sale Brooke, y empieza a correr cosa que me asusta y salgo lo más rápido que puedo, hasta que me doy cuando de porque ella corre. Estamos fuera. Respiro el aire del campo y miro al cielo para observar las miles de estrellas que hay esta noche. La luna esta llena y una pequeña brisa hace que mi pelo se mueva un poco hacia atrás.

No me merezco esto, pero me da igual.

Observo a Liv y me doy cuenta de que esta sonriendo como una niña de cinco años mientras que le resbala una pequeña lágrima de felicidad. Voy corriendo hacia ella y le abrazo por el cuello. Nuestra diferencia de altura no era demasiada, pero en estos momentos, es mejor abrazarle por el cuello; para darle más fuerza a esa persona.

-Por fin somos libres...- Dije casi en un susurro que creo que solo lo pude escuchar yo, y seguido de esto,empecé a correr y a dar volteretas en el aire.

Al final si que me sirvieron los dos años de gimnasia en el reformatorio.

-No es por fastidiaros, pero estamos un poco rodeadas. -Dijo Brooke acercándose a nosotras y formando un círculo espalda con espalda. No me había dado cuenta de que un coche policía había llegado y ya estaban apuntandonos con sus puñeteras pistolas.

Otra vez a empezar.

-¡SOLTAR TODAS VUESTRAS ARMAS Y TIRARLASAL SUELO! - Gritó uno de ellos por un megáfono.

-¡No hace falta que nos grites, viejo gordo!- dije riéndome por mi estúpido comentario, que se que me pagará facturas. No le hicimos ni puñetero caso a su orden porque,básicamente no nos daba la gana. Ellos me apuntaban con las pistolitas de agua, nosotras también. Saqué mi arma, Liv y Brooke hicieron exactamente lo mismo.

-¡NO LO REPITO UNA VEZ MÁS. TIRAR VUESTRAS ARMAS DE UNA PUTA VEZ!- Gritó escondiéndose un poco más en su coche, y no lo culpo; no todos los días te enfrentas a las delincuentes más temidas de toda España. Pero ellos tienen la suerte de conocernos.

-Ese vocabulario no me gusta señor policía, deberías de lavarte la boca con lejía, ¿no crees? -Mientras que Liv decía eso, me di cuenta de que ya habían llegado. Solo tenía que disparar y correr al coche negro del fondo.

Ya me podrían haber hecho un regalo. Con lo buena que hemos sido.

-Tienes razón Liv. Es hora de los regalos.- Apunté a la cabeza de un policía, que no voy a mentir,estaba muy bueno. Pero eso no es distracción.- Que pena que seas guapo,esa cara se va a deformar ahora mismo.- Y apreté el gatillo, haciendo que la tercera guerra mundial estallase.

-¡VAMOS KAYLE!- Me gritaron a la espalda, y rápidamente corrí al coche negro para meterme en los asientos de atrás. Liv y Brooke estaban riéndose a carcajadas y no se porqué.

-Ya nos podemos ir,¿no?- dije con sarcasmo para que Kyle empezara a conducir. El pisó el acelerador como si nos fuera la vida en ello, que básicamente era lo que estaba pasando, mientras los policías gilipollas intentaban pararnos, pero creo que no nos verán más.

-¿Porque os reis tanto?- pregunto Abi en el asiento del copiloto.

-Porque cuando Kayle pego un disparo al suelo, el policía de al lado, se empezó a cagar encima.- dijo Liv mientras todos nos reíamos.

-Bueno, vosotros dos,¿nos echabais de menos? - Pregunte mientras le miraba con una pequeña sonrisa.

Vuelta a la rutina de los contrabandos, bien.

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Hola 👋

Para empezar, esto es una historia completamente diferente a DEHALO IR. Eso no significa que no vaya a seguí escribiendo esa historia, pero esta me está enganchando un poco más.

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Ky.

BAJO LA CELDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora