Algunos dicen que lo que más deseas nunca pasa, yo esperaba mis vacaciones de fin de curso, pero, nunca pensé encontrarme con el, con aquel chico de ojos tristes y brazos con cortes de cuchillas.
El lunes había tomado la decisión de suicidarme. Pero no como producto de una depresión severa o de alguna deuda o de alguna mujer desalmada que me hubiera traicionado, pero ni eso por que yo soy gay. No. Simplemente la pura gana de llevarle la contraria a Dios, la naturaleza, el destino o como le llamen ustedes. ¿Cómo es eso que yo no puedo decidir cuándo acabar con esta vida (iba a decir de mierda pero mi vida no es de mierda), no hasta que lo conocí.....
. . .
Yoongi.
Iba caminando por las calles de Busan, todo estaba oscuro ya pasaban de las 11 de la noche, solo traía mis audífonos a todo volumen, mi sudadera solamente me daba un poco de calor y eso que hace bastante frio, aunque es tolerable para mi, salí de mi casa con el fin de no volver, quería deshacerme del encierro de mi familia, ya no lo tolero solo quiero irme lejos, donde nadie sepa nada de mi, un lugar como en el que Margo se fue en el libro ciudades de papel.
Mis pensamientos estaban revueltos que ni cuenta me di cuando alguien estaba recargado en el poste de una de las esquinas de la calle, pensé que era un tipo cualquiera que solo estaba embriagado, pero no, no le di importancia y seguí caminando, baje un poco el volumen de mis audífonos para escuchar si me seguía alguien.
Para sorpresa mía, encontré un edificio demasiado alto, tanto que me quito el aliento y me dieron unas grandes ganas de subir, pero al parecer estaba cerrada la puerta principal, pero para eso existe la parte trasera o romper un ventanal y entrar. Opte por la segunda opción.
Rompí un ventanal y me subí un montón de escaleras, nunca hago ejercicio, el subirlas me costó demasiado pero bueno, me seguí subiendo las demás hasta que llegue al limite y lo raro o bueno para mi es que la puerta estaba abierta.
Desde donde estaba parado se veía toda la ciudad de Busan, era hermosa, siempre la veía cada noche desde la azotea de mi casa, pero esto, esto supera todas esas veces, y es que ver el alumbrado de los edificios y escuchar el aire combinado con el sonido de los autos pasar era genial, solo tenía un audífono puesto y aún así la combinación era mucho mejor.
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–Es hermoso no crees? – dijeron detrás mío, mi piel se comenzó a poner chinita, lo digo enserio, esa voz me dio miedo.
Me voltee para ver de quien se trataba, pero no veía a nadie, solo una silueta que estaba en una de las esquinas de este lugar.
–Quien eres? –pregunté pero como no recibí respuesta, decidí ignorar el hecho. –Bien bueno, puedes quedarte solo no hagas ruido. –
Escuche unos pasos y se posaron a un lado de mi.
–Tu no hagas ruido, desde que llegaste e interumpiste mi momento, tu respiración es algo agitada y molesta.- dijo, su voz era un poco grave, y un tanto rasposa.
–Es hermosa esta ciudad verdad, si tan solo no fueran personas falsas, este mundo seria diferente. – y dio un gran suspiro – Bien, ahora te dejo, este lugar ya tiene otro dueño, suerte. – quise voltear a verlo, pero para cuando lo hice solo vi su espalda, sudadera negra con gorra y tennis blancos.
