había comenzado a trazar bocetos desde la tarde y ha gastado ya aproximadamente unas tres horas con pequeños y simples dibujos que para él significaban mucho, era una de las cosas que más disfrutaba hacer y más tomando en cuenta a la persona que se encontraba dibujando. comenzó a llevar un cuaderno para la mayoría de las partes a donde iba desde que lo vio por primera vez porque sus simples ojos y respingada nariz lo hicieron caer ante él sin ni siquiera esperarlo.
recuerda que fue en primavera, cuando estaba dirigiéndose hacia la biblioteca y nunca había esperado que sus ojos capturaran a un suave y delicado ángel sonriendo ante algo que tal vez uno de sus amigos había dicho, ahí fue cuando un vago pensamiento acerca de ese hermoso chico pasó por su mente y se dio cuenta que había caído profundamente.
el chico pasa por su mente a cualquier hora, a cualquier minuto, en cualquier momento y eso le encanta; le encanta pensar en él y obtener una sonrisa que comienza a formarse en su rostro por el simple hecho de la existencia del chico. por supuesto que sabía algunas cosas de él, como lo básico, su nombre, grado y grupo.
¿eso era todo? oh, claro que sí, porque park jinyoung nunca se había atrevido a acercarse a él y hablarle, porque en efecto no era lo suficiente para nada ni nadie ya que no sabía cómo mantener una conversación, de hecho, no sabía cómo tan siquiera comenzar una. así que se encontraba perdido, se encontraba perdido en esos hermosos ojos de un color café pero tan profundos y cálidos como los que parecían ser su nueva inspiración.
afortunadamente el chico nunca lo notaba por lo cual él tranquilamente podía admirarlo sin ninguna molestia y con mucha adoración. ha pasado un tiempo desde que supo de su angelical existencia y desde que comenzó a dibujarlo en su cuaderno, así como escribiéndole cosas y tal vez pequeños poemas.
pero fue en ese momento cuando inesperadamente la vida dio un giro para él y ahí se encontraba compartiendo mesa con el ángelque era dueño de sus distracciones en su día a día.
aparentemente la biblioteca estaba algo llena gracias a la semana de exámenes que se aproximaba, y ahora él se encontraba frente a jackson teniendo una maldita crisis porque sus nervios estaban apunto de apoderarse de toda su mente y él sólo quería huir porque esto es, en definitiva, lo más cerca que podrá alguna vez estar de esta hermosa obra de arte de la cual se encuentra probablemente enamorado.
está mordiendo sus uñas y no puede concentrarse en nada más que en cómo cae el cabello de jackson frente a su cara debido a que está apoyado en la mesa con la mirada hacia abajo leyendo un libro que —a lo que jinyoung puede ver— es de biología, también ve como muerde cuidadosamente el lápiz que sostiene entre sus delicados y rosados labios y en cómo su mente se pierde poco a poco a través del estudio.
y jinyoung sólo quiere morir, y morir, y morir, y volver a morir cuando jackson comienza a despegar lentamente la mirada de su libro para levantar su cabeza y dirigirse a jinyoung, y jinyoung no puede hacer nada más que seguir apreciando sus delicadas facciones de cerca y el cómo sería tocarlo.
—¿sucede algo? —ahí es cuando su voz hace presencia por primera vez en la mente de jinyoung y juraría que se le ha caído el libro que segundos atrás estaba sosteniendo.
lo único que sus nervios le permitieron hacer fue negar rápidamente con la cabeza mientras seguía siendo absorbido por la simple presencia de jackson y comenzó a levantarse de su asiento para dirigirse a cualquier otro lugar en donde podría respirar correctamente y preguntarse qué es lo que acaba de pasar.
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