Por Amor © ✅

IV - 1er Plan Sangriento

Lo que vi cuando entre al colegio en ese día me enojo tanto que quería que pasará el tiempo tan rápido para poder deshacerme de ella.
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Se estaban besando tan apasionadamente, estaban tan juntos ellos dos...
Hasta que por lo menos llego una de las amigas de ella y se dejaron de besar.
Eso aumento mi deseo de deshacerme de ella.
No quiero verla cerca de él.
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Comenzó la clase de matemáticas, y se volvió a sentar al lado de ella; acariciándole el cabello...
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Paso tan rápido el tiempo como desee desde por la mañana y llego el momento que yo más esperaba.
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Me dejó un poco impresionada al ver que ella en verdad se acordó de que había hecho un acuerdo conmigo para vernos cuando terminaran las clases para que me aclarara mis dudas...
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Estaba al frente de mí.
Empezábamos a caminar.
Hasta que llego el momento en el que en el colegio ya no había nadie, salimos de allí...
Seguimos caminando ya le había dicho que ya no tenia dudas pero le dije que querría conocerla y resulto que ella también quería conocerme más a mí...
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La invite a mi casa, le dije que quedaba muy cerca de aquí y acepto.
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Había un lugar cerca de ahí, era un baño al que nadie iba...
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Le dije que tenia que ir y ella me acompañó, en el momento en el que entramos ya estaba sacando el arma pero de la forma en que lo tenía ella no lo podía ver...

Antes de eso...

"¿Te puedo preguntar algo?" - le Sonreí

"Seguro que sí, dime." - Me devolvió la sonrisa.

"Hacen una buena pareja ustedes dos,
¿lo amas mucho verdad?"

"Aw, gracias. Sí, lo amo muchísimo..." - Me lo dijo con una sonrisa que me enojo y le dije...

"¡Que bien! ¿Pero te digo algo?
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¡No lo amas tanto COMO YO!" - La apuñale,
trato de correr pero saque mi otra arma y...
¡le corte la cabeza!
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Tenia su sangre en mi rostro.
Me reí al saber de que ya no iba haber alguien que se interpusiera en nuestra relación.

¡Sebastián es mío, oíste estúpida...!
Gabriela, si no te hubieses entrometido no te hubiese matado.
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Le eché gasolina encima y con la caja de cerillos quemé su cuerpo, hasta que estaba ya irreconocible...
Después de ahí, lo hice cenizas....
Al hacerlo las dejé volar dejando que esas cenizas se las llevará el viento...
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Después de ahí, me cambié la ropa, me limpie toda la sangre que había salpicado a mi cuerpo y mi rostro.
Estaba ya en mi casa de nuevo, de hecho no me sentí culpable...
¿Por qué me iba a sentir culpable?
...
Me quedé leyendo mi libro favorito.

Hasta que regresan mis padres diciéndome algo que me puso un poco nerviosa...
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Pero que después me tuvo sin cuidado.
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