<I see what's mine and take it>

42 10 0
                                    

Una vez conociendo por completo tu quirk, puedes volver cualquier pensamiento en tu cabeza realidad.
Una cosa para agradecerle a la patética institución de héroes.

Ideas, una y otra más, quizá ante los ojos de cualquiera seas un chico solitario con insomnio más, que equivocados se darían cuenta que están si tuvieran entrada libre a tu mente.

Planes, caen como lluvia de verano sobre ti, todo es tan sencillo que encaja cómo un perfecto rompecabezas que todos consiguen pero sólo los más capaces podrían armar.

Suspiras y analizas una vez más tu plan en completo silencio, junto con una pequeña sonrisa nostálgica hacia los peones de tu limpia jugada, aquellos que consideraste "alguien" en el momento en que veías esperanza alrededor tuyo, aquellos que al final eran simples niños jugando a ser héroes.
Dejó el café frío en la mesa y se puso de pie, tomando su mochila y marchándose a buscar a la primer pieza de su obra...

-Shinso...-

Aquél que pensaste te comprendía, que jamás te defraudaría, aquel héroe que fue tu inspiración desde pequeño y te hacia pensar que no había nada mal contigo. Te calmaste, a pesar de querer destruir todo lo que había de aquel desañilado ser, sabías ya como lidiar con aquel "misterioso" hombre, la cercanía de ambos fue tal qué, el dolor por ser traicionado volvió a instalarse en tu interior.
Un respiro, otro más, tranquilizarse y controlar tus emociones, otra vez, el mismo semblante indiferente volvió a anclarse en tu rostro, dejando salir una leve mueca a modo de sonrisa, no, no serías un libro abierto con el mayor de nuevo, no cometerías el mismo error de nuevo.

-Aizawa sensei-
No demuestres tu odio, usa aquel tonto título, hazle sentir tranquilo y que todo se encuentra bien, la presa no debe percatarse de que se encuentra en peligro.

El silencio reinó, tu estupida esperanza pensó en una unión, cosa que se esfumó al darte vuelta y notar los ojos en rojo y cabello en alto del pelinegro...una lástima de verdad, tener que usar a tu ídolo como una marioneta más, un suspiro escapó, mientras caminabas de lo más tranquilo al cuerpo ajeno

-Vaya sensei, ¿Quién diría que algun día usted también me temería? Cómo se nota que estudió en U.A.- la ironía se apoderó de tu voz, mientras le mirabas con una leve sonrisa y rascando tu cuello, justo como la primera vez que te llamó para buscar el cambio de departamento, aquella pregunta quedó danzando en el aire, con ese pequeño deje de orden esperando ser acatada. 60 segundos.

-Tu también saliste de ahí, ¿Lo recuerdas, no?-

Interiormente reíste, ni que hubieran pasado diez años de eso, sonaba idiota, él era un idiota, y era aún más idiota al pensar que caerías ilusionado enredándote en sus palabras como si fueran las cintas que solía emplear en cada enfrentamiento. 38 segundos.

Seguiste observando al contrario, retando aquellas orbes color infierno a una batalla que evidentemente perdería, una mirda indiferente y vacía, salpicada de venganza y rencor, contra otra más cansada, llena de severidad, justicia y...terror.
17 segundos.

El maestro temía de su alumno, y por primera vez en un buen tiempo, Shinso se sintió satisfecho. 3 segundos.

Y Aizawa en un parpadeo se encontró sumido en la más profunda oscuridad, desolado justo cómo había dejado al joven con su ausencia tan sólo un par de años atrás.

0.

¿Hero? ¡No! LEGEND.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora