¿Has despertado ya?
No, aún no he despertado, hermana.
¿Piensas hacerlo?
No, no pienso hacerlo.
¿Por qué?
No tengo ganas.
Tengo hambre, hermano.
¿Sí?, entonces deberías ir a cocinarte algo.
No tengo hambre de esa clase de comida.
Oh.
Sí.
Cordelia tomó la mano de Clive, besó su mano derecha mientras entrelazaba sus dedos con los dedos de la mano izquierda. Cordelia estaba enamorada de su propio hermano, Clive sentía lo mismo por ella a pesar de que un sentimiento de culpa lo envolvía en múltiples noches.
Te amo mucho, Clive.
Yo también te quiero, Cordelia...
Cordelia besa los labios de Clive y abraza a su hermano desde los hombros, tocando las suaves sábanas de la cama en la que estaban y Hymn for the Missing sonaba dentro de la cabeza de ambos. De cierta forma la nostalgia les apoderaba a ambos cuando estaban cerca de unir sus cuerpos uno con otro; recordando su infancia llena de felicidad al lado de sus padres, quienes probablemente no estarían nada orgullosos con su comportamiento actual. Pero a su edad, 16 y 17 años para Clive y Cordelia respectivamente; el hecho de tener relaciones sexuales superaba el raciocinio moral que le impediría a cualquier otra persona realizar tal acto incestuoso.
De verdad te amo mucho, Clive.
Cordelia, yo también te amo.
¿Mucho?
Sí, Cordelia.
¿Qué tanto?
Pon una escala.
Del centro de la Tierra a las nubes de algodón cristalizado.❤
Dios... ¿De verdad aún recuerdas eso?
Sí, Clive. Recuerdo que me contabas ese cuento de reyes y princesas todo el tiempo, lo recuerdo porque te amo. ❤
Fue hace mucho tiempo.
Sí, lo fue.
Cordelia y Clive dejaron de hablar con la voz, y empezaron a hablar con la mirada y sus lenguas entrelazadas por el deseo carnal que sentían en ese momento. Clive levantó encima a Cordelia. Realizaron el acto sexual con relativa rapidez, aun así Cordelia y Clive estaban satisfechos y de nuevo volvían a su realidad. Cordelia salió de la habitación de Clive sin decir mucho. En cambio, Clive; se quedó acostado observando su techo mientras de nuevo un sentimiento de culpa venía a su mente.
Clive se levantó del cuarto, fue a la cocina y encontró a Cordelia. Estaba cocinando una sopa, eran ya varios días que Cordelia cocinaba lo mismo pero Clive era demasiado flojo como para ponerse a hacer comida por él mismo. La charla en la hora de comer fue amena, cualquiera hubiese pensado una infinidad de cosas excepto que esos dos habían tenido relaciones hacía apenas una hora. Y era mejor así; el hecho de que alguien se enterase podría acabar con la vida de ambos, Clive y Cordelia.
Un nuevo día empezaba, Clive y Cordelia asistirían a su escuela y convivirían con sus amigos, estudiarían y seguirían esa semana como si nada. Clive tenía pocas amistades pero no precisamente malas; de hecho, se podría decir que Clive podía socializar relativamente bien con las mujeres, a diferencia de su hermana Cordelia que no podría entablar una amistad correctamente con alguien. De cierto modo; eso tranquilizaba a Clive, si Cordelia carecía de amistades era menos probable que ella le contase su pequeño secreto a quien sea.
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Doble C
RomanceDoble C es un cuento que nos narra una historia trágica sobre la familia.