Narra YoonGi
Una vez que Jimin y yo nos encontramos solos, solté su brazo y lo miré a los ojos, parecía un poco desconcertado y molesto.-¿Qué es lo que te pasa?- pregunto casi gritando.
-¿Qué es lo que te pasa a ti?, ¿acaso estás molesto conmigo? O ¿por qué me evitas?- comencé a bombardearlo con preguntas.
Se quedo pensando un momento hasta que por fin decidió hablar- tu me dijiste que olvidáramos lo qué pasó.
-Yo hablaba simplemente del beso, jamás dije que ya no seríamos amigos.
-¿Somos amigos?- frunció el ceño.
-Para mi lo eres, ¿acaso no me consideras tu amigo?- pregunte
-Mmm no lo sé, llevamos poco de conocernos- se encogió de hombros
-Aun así Jimin, tú me has caído demasiado bien y me gustaría que pudiéramos ser amigos cercanos- le confesé.
Y otra vez se quedo pensando pero esta vez sentí que fue una eternidad- está bien- dijo finalmente- a mi también me agradas y creo que si podemos ser amigos- me extendió su mano en señal de amistad y yo no dudé en tomarla.
-Deberíamos ir a la cafetería, muero de hambre- dijo soltando mi mano.
-Me parece bien.
🖤
Después de haber aclarado las cosas, Jimin insistió en que debería conocer a sus amigos que aún me seguían pareciendo raros.
-Hey chicos, él es YoonGi, YoonGi ellos son Tae y Kook- Jimin nos presentó.
Ambos chicos se quedaron perplejos, como si hubieran visto a una celebridad o a un fantasma.
Al ver que ninguno decía nada fui yo el que tuvo que hablar- Entonces...- pensé en que decir- ¿Hace cuanto conocen a Jimin?- me senté justo enfrente de ellos esperando respuesta.
-Oh...- reaccionó Tae, creo que así se llamaba- lo conozco desde...- se quedo pensando- hace creo más de 10 años.
-wow, no puedo creer que ya haya pasado tanto tiempo- respondió Jimin.
-¿y tu?- le pregunté al chico que estaba sentado a un lado de Tae.
-Hace 5 años creo, realmente no lo sé- se encogió de hombros y siguió comiendo.
Y así transcurrió todo el almuerzo, conversando con los amigos de Jimin, que ahora que los conocía no me parecían tan raros, de hecho eran bastante amigables y muy graciosos. Al finalizar Jungkook y Taehyung se fueron a sus clases y yo me quede esperando a que Jimin regresara del baño.
-Regresé- dijo tocando mi hombro y regalándome una sonrisa. Su sonrisa era demasiado linda, tanto que no podía dejar de verla.
-¿Qué pasa?, ¿tengo algo en los dientes?- hablo sacándome de mis pensamientos.
-No es nada, vamos- empecé a caminar sin dejarlo responder.
Caminamos hasta su salón en silencio, pero era un silencio agradable, no era uno incómodo.
-Bien, creo que también me iré a mi clase- me despedí.
-Espera- me tomo del brazo- ¿te parece si te veo saliendo de clases?
-Si, entonces... nos vemos después- no esperaba que Jimin me pidiera vernos después considerando que hace unas horas tuvimos una pequeña pelea.
🖤
-¿dónde estuviste amor?, no te vi en la cafetería- fue lo primero que dijo Sun Hee al verme entrar al salón.
-Estaba con unos amigos- me senté donde siempre.
-¿Qué amigos?- cuestionó- no estabas con tus amigos de siempre- hizo un puchero.
-Eran otros amigos, nuevos amigos.
-¿nuevos amigos?, ¿quienes?, ¿los conozco?
Y antes de que pudiera contestarle, el profesor llego y todos guardamos silencio, lo cual agradecí ya que comenzaba a irritarme el hecho de que Sun Hee me cuestionara sobre todo. Lamentablemente no paro porque al poco rato me lanzo un papelito el cual ignoré esperando que ella comprendiera que quiero prestar atención a la clase.
-pss, YoonGi- susurró- Mira el papel que te mande.
-Sun Hee basta, quiero prestar atención- susurre sin mirarla.
-El profesor no se va a dar cuenta- siguió insistiendo.
-basta o nos van a cast...- antes se que pudiera terminar la frase el profesor ya había volteado para comenzar a regañarnos.
-¡YoonGi, Sun Hee, basta de platicar, salgan de mi clase!- grito molesto.
-pero profesor- intente protestar.
-¡pero nada! Los quiero fuera a ambos- insistió.
Resignado salí molesto del salón con Sun Hee siguiéndome.
-Que bueno que nos saco, su clase es demasiado aburrida- se río- ademas puedo estar más tiempo contigo.
La miré molesto- tal vez a ti no te importe pero a mi si.
-Tranquiló bebé, es solo una estupida clase- trató de abrazarme.
-No me pidas que me tranquilicé- le quite los brazos de mi cintura- en serio necesitas parar, ¿acaso no pudiste esperar a que la clase acabara para decirme lo que escribiste en ese estupido papel?- y sin darme cuenta comencé a alzar mi voz.
-No entiendo porque tanto alboroto por una simple clase.
-Claro que no lo entiendes- me reí sarcásticamente- Tu padre es rico, tiene varias compañías, varios contactos, tú puedes trabajar donde quieras con solo decirle a tu papi, en cambio yo, yo tengo que esforzarme y partirme la cabeza porque yo no tengo un padre rico que me pague todos mis caprichos.
-pero no tienes que preocuparte por eso, si nos casamos puedes entrar a trabajar en una de las compañías de mi papá- me sonrió.
Suspire agotado- en serio no lo entiendes ¿verdad?
-No, no lo entiendo, explícate.
-Si yo consigo trabajo quiero que sea por mis propios méritos, por mi propio esfuerzo, no quiero que nadie haga las cosas por mi. Quiero mantener a mi futura familia sin depender de nadie.
-Bien, ya no dire nada- dijo como si nada, esta situación comenzaba realmente a hartarme- ahora vamos a otro lado, ¿te parece?- hablo coquetamente.
-Sun Hee, creo que lo mejor es que nos alejemos por un tiempo- la mire esperando que entendiera lo que quise decir.
-¿A que te refieres?- al parecer no lo entendía.
-Quiero que terminemos. Quiero concentrarme en mis estudios y sinceramente contigo distrayéndome va a ser difícil.-espere una respuesta pero no la hubo, así que volví a hablar- ¿amigos?- le tendí mi mano.
-Eres un idiota- dijo con lágrimas en los ojos- ¡no quiero ser tu amiga!- me dio una cachetada y se fue corriendo.
Tal vez mis palabras fueron duras, incluso crueles, pero, creo que por ahora es lo mejor.
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Serial killer >>Yoonmin
Fanfiction"Cariño soy un socíopata... Dulce asesino en serie En pie de guerra, Porque te amo un poquito de más Puedes verme bebiendo refresco de cereza Dulce asesino en serie, Te deje una nota de amor Dije, ya sabes que adoro La emoción de ser perseguid...