Y ahí estaba, a mis 15 años, sentado en aquel McDonald's de la esquina, escuchando la música de fondo de Ed Sheeran llamada Perfecta, más bien, escuchaba la melodía, la rica y perfecta melodía, comiendo la fascinante Hamburguesa, pensando en que bella es la vida, solo en eso... Mis días eran felices, era aquel chico que casi siempre recibía aquellas frases como -"Eres lindo" o "tierno" o "simpático" o "la mejor persona", frases que me subían él ego al cien por ciento, era aquel que solo se divertía con sus amigos, era alguien feliz por así decirlo, hasta que ocurrió lo imaginable.
Cambio de escuela, me cambie de escuela porque era algo que, aunque muchos no les gustaba, yo lo deseaba; mejor educación, más personas, bueno, más chicas, era en todo sentido una mejor escuela. Mi primer día no fue tan importante, conocí a alguien que llevaba meses esperando conocerla, para mi sorpresa, me saludo con un beso, y no entendía por qué se fijó en mi si era más grande que yo, pero solo fue para mi otro subidón de ego. Así que la salude con un abrazo, y me sentía feliz porque ya nos conocíamos en persona y también porque era más bella, en persona, pero solo la aprecie por unos minutos ya que solo iba de pasada.
Mientras íbamos en nuestro recorrido no podía dejar de ver la multitud. Era fácil ver la cantidad de personas, pero era inútil tratar de conocerlas a todas... En ese mismo instante, entre murmullos escuche que nuestro guía dijo.
- ¡Los llevare a sus aulas!
Así que empezó nuestra caminata hasta nuestro destino.
En el camino, no dejaba de sentir como si una nube de miedo me rodeará el corazón, ya que me imaginaba como seria estar en un nuevo grado y escuela, con nuevos compañeros. Hasta que entramos.
- ¡Por fin! -. Suspiro uno del grupo después de entrar. -Nunca pensé que estaría tan feliz de encontrarme con unas sillas-. Continúo diciendo.
Yo: -No solo pienses en sentarte, ay mesas para echar una siesta-. Le dije con una sonrisa en la cara.
-Hahaha, me gustaría, pero no sé si eso estará en las reglas de la escuela-. Me dijo con la misma sonrisa.
Yo: -Mucho gusto, me llamo Rubens Denek-.
-Rub ahora, mi nombre es Marcos Colson, pero puedes llamarme Marc-
Yo: -Y yo te doy permiso de que continúes llamándome Rub-.
Le dije antes de que se riera a carcajadas.Era mi nuevo amigo, no imaginaba aun todo lo que pasaríamos juntos. Entra nuestra nueva Maestra y mientras daba su discurso Marc me dice una payasada y yo no aguanto la risa y dejo salir una carcajada.
Mr: -Señor Denek, ¿Algo de lo que dije le causo risa? -.
Yo: -No señora, es que me acorde de un chiste que me hicieron hace semanas, pero aún no deja de ser chistoso-.
Mr: -Quiere decir, que no escucho nada de lo que dije-.
Yo: -Claro, Maestra-.
Mr: -Entonces, vamos, que fue lo último que explique-.
En ese momento no sabía que decir ya que antes de que Marc me distrajera, estaba fijamente mirando a una chica, sentada a 3 asientos delante de mí, era muy bella, por eso estaba tan concentrado.
Marc: -Maestra, usted acaba de explicar que si las reglas no son seguidas correctamente se nos aplicara sanciones y hasta expulsiones.
Mr: -Gracias, jovencito, pero para la próxima responda si le pregunto-.
Yo: -Gracias, amigo-.
-Marc, me sonríe y asiente con la cabeza-.
Desde ese día supe que seriamos buenos amigos, pero descarté que me enamoraría. No llegue a darme cuenta hasta que estaba ahorcado. Mi primer amor, fue aquella chica que se sentaba a 3 lugares delante de mí, su nombre era "Brithani" "La bella y amable Brithani"... A simple vista era perfecta. A simple vista dije.
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Dueño de la Soledad
RomanceNo es el miedo a estar solo, es el simple hecho de que lo estas, pero, cuando se vuelve una rutina, llegas a sentir una ilusión de comodidad a lo que llamabas "estar solo"... Rubens, un chico de 15 años deseado por muchas, pero esto, no hace que su...