Hoy iba a ser un día perfecto para mí hasta que...¡Mierda! Faltaba media hora para comenzar mi primer día y todavía estaba en la cama.
Me levanto de un salto de la cama, me ducho rápidamente y me visto. Como era mi primer día de bachillerato, decido ponerme una falda negra de tubo, que me llega hasta la mitad de mi muslo, una blusa de tirantes blanca y unas sandalias con un taconazo. A pesar de ser alta ( ya que mido 1,75) me encanta llevar tacones de mínimo 10 centímetros. Mis padres siempre discutían conmigo por eso. Odio cuando nos peleamos, pero hace un par de años yo hacía exactamente lo que me decían hasta que me harté. Mis padres no me entienden. Sé perfectamente que es lo típico, pero...¡Es verdad!
Me miro al espejo y me pongo rímel, un poco de brillo en mis labios y unos pendientes largos que me regaló mi prima. Solo tardo un cuarto de hora y me sorprendo a mí misma. Como una pieza de fruta y entonces, encuentro una nota de mi hermano que dice: "Hermana, que tengas un feliz primer día. Te dejo veinte euros encima de la mesa para el desayuno. Luego me cuentas qué tal. Te quiero"
Cojo las llaves de mi moto y me dirijo hacia el parking. Allí, me subo a ella y voy al instituto. Cuando estaba aparcando, un coche aparca también y...¡Me raya mi moto! ¡Esto es increíble!
- ¿Eres gilipollas o qué?-dije enfadadísima.
-Lo siento de verdad.- dice arrepentido, mientras sale de su coche. Es un chico alto, moreno y con ojos turquesas. ¡Ohhhhhh, dios mío! ¡El tío está buenísimo! Kate, concéntrate. Él es guapo y eso, pero nunca se fijaría en alguien como yo. Era imposible y además...,¡ me dije a mí misma que nada de chicos durante el instituto! Me tenía que concentrar en el bachillerato, ya que si quería estudiar medicina tenía que sacar muy buenas notas. ¿ Cómo puedo estar pensando esto de este chico que me acaba de rayar mi moto?
De repente, el timbre suena y yo voy corriendo hacia mi clase. Como conozco este instituto, me dirijo hacia mi aula. Justo a tiempo. Me siento y entonces, aparece él.
¡No, no, no! Esto no me puede estar pasando a mí. Estaba sumergida en mis pensamientos hasta que oí decir...
-Siéntate con Catherine, Adam-dijo mi tutora. Ella señaló mi sitio y el chico nuevo se dirige hasta que está a mi lado.
La profesora estaba hablando y entonces él se acercó a mí y...
- Por cierto, soy Adam- dijo él con una sonrisa.
- Kate- respondí sin saber por qué.
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Yo elijo mi destino
RomanceEs una apasionante historia de amor entre Adam y Kate, unos adolescentes que niegan al inicio esa atracción mútua pero que finalmente, ellos serán quién harán su propio camino.