Soy Mon-el, de Daxam. Mi planeta estaba por explotar y mis padres me pusieron en esta nave y me lanzaron al espacio. Creo que entre en un agujero negro o algo parecido que me desmaye. Mi nave se estrelló, y tres personas vinieron a rescatarme. Una de ellas eras tú, la chica más bella de todo el universo. Abriste mi cápsula y me viste con esos bellos ojos que tu tienes. Me llevaron a un lugar llamado DEO, que creo que es una fuerza especial de este planeta.
Me empezaron a analizar y cuando terminaron y todos se fueron tu te quedaste allí... toda la noche. Pero parece que no pudiste resistir mucho el sueño ya que te acostaste en mi camilla. Al día siguiente yo me desperté primero, pero como tu estabas profundamente dormida me quede quieto, mientras admiraba tu belleza.
De repente despertaste, y me di cuenta de que estabas muy avergonzada porque te pusiste roja como un tomate.
Para hacerte sentir mejor comencé con algo simple ero seguro:
-Hola-
-Hola- dijiste con un tono titubeante pero tierno. Y nos quedamos mirando unos segundos, que parecieron infinitos y que no quería que terminarán. Pero rompí el hielo de manera "sutil":
-Bueno ya que dormimos juntos creo que merecemos saber nuestros nombres- dije en un tomó un poco chistoso- soy Mon-el de Daxam.
-¡Oh! Lo siento- dijiste nerviosa- soy Kara de Krypton- dijiste.
-Un gusto Kara de Krypton- dije sonriendo.
-Un gusto Mon-el de Daxam- dijiste con la sonrisa más tierna.
-Entonces... ¿sabes donde estamos exactamente?- pregunté.
-Oh si. Estamos en un planeta llamado Tierra-
-¿Donde están todos?-
-Hoy es un día de descanso para todos los empleados-
-¿Entonces... tu que haces aquí?- dije tratando de averiguar que hacía esa Bella chica aquí.
-Me quede a cuidarte y ver si despertabas- dijiste mientras bostezabas.
-¿Entonces hoy es tu día libre?- asentiste con la cabeza -¿aquí también hay restaurantes?- quería ver que respondías
-Si... ¿porque preguntas?-
-¿Quisieras ir a comer algo conmigo? Digo, para conocernos mejor- dije nervioso, porque en realidad no esperaba que me dieras una oportunidad.
-Está bien- dijiste con un tono más nervioso que el mio -aquí cerca a un par de calles hay un restaurante, si quieres ir a ese-
-Está bien, vamos- no podía creer que habías aceptado. Y entonces emprendimos nuestro camino. Cuanto más te miraba, más me gustabas.
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Cuando Nos Conocimos
RomanceLa primera impresión es lo que más cuenta... ¿y si así te enamoras? 💜