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[...Narradora...]

el demonio rubio se encontraba, en su habitación solo durmiendo en aquella cama fría, soñando aquellos tiempos que paso con su pino, hasta que escucho como la puerta de su habitación se abría dejando escuchar un rechinido, para después sentir como una pequeña niña de cabellos dorados al igual que sus ojos y de tez morena, saltaba en la cama feliz, despertando a el rubio.

-padre ya despierta....padre.- decía mientras saltaba más en la cama llegando a dar piruetas en el aire, y al punto de casi caerse, si no fuera por que su padre.

-ahg, dalila ya te he dicho que dejes de saltar en la cama, que te puedes caer.- regaño, levantandose de la cama y viendo como la pequeña la rodeada fuego azul, y estaba de cabeza, con sus manos en la boca, tratando de callar las risas que salían.

-jajaja, perdon padre.- contestó siendo ya liberada de aquella magia y cayendo en la cama.

-uf, ya no importa pero para la próxima obedece-reclamo el rubio, mientras miraba a su hija.

-si padre.- dijo regalandole una sonrisa al rubio.

-se parece tanto a el- pensó, mientras una sonrisa de lado aparecía en sus labios- y billy?, sigue durmiendo.- se dirigió a la puerta de la habitación, para luego salir junto con la niña detrás.

-no, el ya esta en la cocina jugando con los cubiertos.- tranquila, adelantó el paso para luego chasquear los dedos y desaparecer.

-ash, no de nuevo.- copio la misma acción de su hija y apareció en la cocina.

dejando ver al menor de los cipher-pines con un tenedor apunto de clavarle en su bracito izquierdo, el padre solo suspiro y hizo desaparecer el tenedor de la manito del menor, para luego mirarlo con una expresión molesta.

-Billy!, que te he dicho acerca de coger los cubiertos de la cocina!?!.- regaño al menor, quien estaba con la mirada baja.

-perdón padre.- jugando con sus manos, miró a su padre.

-esta bien billy, pero que sea la última vez que algo como esto ocurra.- se acercó al menor y lo alzó en sus brazos, sacando risitas por parte de él- y que quieren desayunar?.-mirando a su hijo, para luego mirar a la niña.

-yo quiero torta de vainilla!.- chilló la pequeña, feliz, alzando sus brazos hacia arriba.

-y yo de chocolate!.- copio la acción de su hermana mayor.

-muy bien, entonces serán de vainilla y chocolate, ahora, quedense tranquilos sin hacer ninguna locura ya vuelvo- hablo y bajo al menor para luego desaparecer de sus vistas.

la mayor se acercó a su hermano y le regaño por haber jugado con los cubiertos, mientras que el menor solo bajaba la mirada jugando con sus manitos, con un rostro de tristeza.

-dalila, ya deja de regañar a tu hermano- dijo una voz amorosa y suave, los niños giraron en la dirección de la voz y se alegraron cuando vieron al castaño de ojos chocolates con una sonrisa.

-Pino!- gritaron corriendo a los brazos del joven, quien aceptó y los abrazo, para luego dejarles un beso tierno en sus frentes.

-te extrañe mucho- susurro la mayor con lágrimas en sus ojos.

-yo igual- susurro también el menor con lágrimas, y acurrucados mejor en el pecho del castaño.

-yo mas- dijo cariñosamente, separando a los menores de sus brazos, para limpiar sus lagrimas- pero ahora me debo ir, su padre ya está por aparecer y no quisiera que me vea, aun no- susurro lo ultimo, acariciando con suavidad las mejillas de los rubios, y besando sus mejillas y frente, se separó para levantarse, ya apunto de desaparecer susurra- esta noche los vere- y desaparece con una sonrisa.



El Oscuro Pasado De Nuestro Padre (Billdip) (Pausada Temporal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora