El Oscuro Pasado De Nuestro Padre (Billdip) (Pausada Temporal)

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[...Narradora...]

el rubio salió de su dormitorio, para chasquear los dedos y aparecer en la sala, donde estaban sus hermanos y su mayor hija, viendo como los tres veían la serie preferida de la rubia.

-ejem- interrumpió, llamando la atención de los tres -¿podría saber, qué sucede como para que se aparescan asi de la nada en mi casa?- pregunto con una tonalidad fría e indiferente, haciendo que unos escalofríos recorriera la espina dorsal de ambos mayores que se encontraban en el sofá, mientras que la menor solo callaba.

-supimos, sobre lo que sucedió anoche, bill, no fue un sueño como tu lo crees- dijo el menor de los tres hermanos, con notorio nerviosismo en sus palabras.

-¿lo que sucedió anoche?, ¿no fue un sueño?, padre de que hablan y qué fue lo que sucedió anoche- acusó la rubia con curiosidad, queriendo saber de lo que los mayores hablaban.

el demonio de cabellera dorada suspiro, era mejor que su hija no supiera que anoche su madre apareció en su dormitorio, para que las memorias no regresaran a ella.

-Dalila, ve al bosque a buscar a tu hermano que ya tardo demasiado- ordenó a la menor.

-pe-pero

-¡sin peros, solo ve!

la menor solo agacho la mirada asintiendo, para luego levantarse de su lugar e ir hacia la salida de la mansión.

 -maldición- murmuró cuando escuchó el portazo que provocó la rubia al salir -ahora digame ¿como mierda supieron sobre lo que sucedió anoche?

-calmate bill- dijo ahora el mayor de los tres hermanos -toma asiento y te diremos todo lo que sabemos

el rubio solo gruño por lo bajo y toma asiento en un sofá individual que se encontraba cerca suyo.

[...en el bosque...]

se  encontraba tranquilo ahora que estaba en los brazos de la persona que añoraba, sintiendo ahora como sus ojos cambiaban al color habitual que siempre portaba.

-Billy, mi pequeño, es hora de que vuelvas a casa, no puedes estar mucho tiempo en el bosque- murmuró suave el castaño, alegando con delicadeza al menor que anteriormente abrazaba.

-pero pino, yo no quiero regresar, aun mis demonios internos no están satisfechos- susurro, con la mirada baja y temeroso, como odiaba que sus demonios no lo dejaran en paz.

el susodicho solo sonrió risueño, tomando el mentón del menor para alzar su mirada y ver como en aquellos ojos iguales a los de su amado, se estaban formando lágrimas.

-tranquilo, se que no volverán a molestar, yo me encargare de eso, solo ve y descansa un momento, me imagino que estarás cansado con todo lo que a sucedido- río bajo, para después besar su frente y desaparecer con una sonrisa llena de dulzura.

-esta bien, pino-dijo limpiando sus lágrimas con el dorso de su mano y tomar camino hacia su casa, con una gran sonrisa en sus labios.