Prólogo

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Yoongi, el chico aguafistas de su trabajo "el café amargo", rechazó otra vez la invitación de sus compañeros para ir a una disco y ponerse a tomar como locos y, si había oportunidad, conseguir alguna chica o chico para tener una noche más divertida de lo que sería. Pero a Yoongi ni le interesaban las fiestas, ni le gustaba tomar y ni estar en esos lugares de perdición.

Él disfrutaba más estar solo en casa durmiendo, jugar videojuegos o cantar alguna canción de su grupo favorito Big Bang. Todo lo que fuera menos meterse en problemas.

Iba caminando a casa, puesto que rechazo la oferta de la fiesta, ninguno de sus compañeros quiso llevarlo  y desviarse del camino a la disco. Al peliazul no le intereso lo más mínimo y decidió caminar. Ni siquiera quería tomar un bus o algún transporte para llegar. Le gustaba ver la noche y más cuando eran solitarias y tranquilas.

Cuando paso por un callejón sin luz, escucho leves sollozos de alguien, provenientes de la obscuridad, seguidos de gritos y golpes. Pensó en seguir su camino como si no hubiera escuchado nada y dejarlo pasar, pero sabia que la culpa lo comería vivo si no ayudaba a la persona dentro de aquel sitio.

Sacó su celular, lo desbloqueo y selecciono el símbolo de una pequeña lámpara para aluzar el lugar.

Al ver a dos chicos golpeando y queriéndose aprovechar de otro, le dio mucho enojo. Odiaba ver a personas aprovechándose y molestando a otras por cualquier tontería.

Los dos abusadores vieron rápidamente a Yoongi, quien se mantenía aun con la lámpara de su celular encendida. Se acercaron a el y éste rápidamente apago y guardo el celular.

Los dos sujetos agarraron a Yoongi e intentaron golpearlo, sin embargo el peliazul, de una manera rápida, golpeo a los dos chicos hasta dejarlos heridos. Los amenazo con no volver a molestar ni al pequeño que se encontraba en una esquina nervioso, ni a algún otro indefenso.

Los dos asintieron con la cabeza y salieron corriendo.

-Idiotas, ¿Cómo pueden hacer eso? – dijo a lo bajo el peliazul

-M-mi manita – se quejo el pequeño, agarrando su pequeña mano izquierda

Yoongi volteo a verlo y, con pasos lentos, se acerco al chico. Éste se asusto y trato de alejarse más, pero era inútil estando recargado en la pared.

-Tranquilo, no te aré nada. Solo quiero ver si te lastimaron -  el mayor se acerco al pequeño y se inco frente a el – vamos a mi casa, aquí no te veo bien, pero tu cara y ropa se ven manchados, supongo que del agua encharcada que hay aquí o de sangre

-No me gusta esa palabra – susurro el menor

Yoongi sonrió levemente por la inocencia en la voz y pensar del pequeño y se levanto, ayudando al contrario a hacerlo también. Lo ayudo a salir del callejón, y después, a llegar a casa de Min.

-Deberías quitarte esa gorra, esta muy sucia

-No, así estoy bien – dijo sencillamente el menor, aun acariciando su mano lastimada

Llegando a casa, Yoongi prendió la luz y se percato del mal estado en el que estaba el pequeño chico.

-Mierda, en serio te lastimaron – dijo preocupado el peliazul, sentándolo en el sofá y corriendo a por un botiquín de primeros auxilios.

El pelinaranja sollozaba a lo bajo, con las manos metidas entre sus piernas y la cabeza agachada.

-Aquí estoy – se arrodillo frente a él el peliazul, sacando un algodón con alcohol y limpiando al menor

-¡Ah! – se quejo el pequeño – me arde mucho

-Tranquilo, con esto se desinfectara la herida

El mayor limpio todas las heridas del pequeño pelinaranja, puso benditas en algunas partes y limpio la cara del pequeño con unas toallas húmedas.

-¿Por qué llorabas? – pregunto de repente el mayor

-Tenia un poco de miedo de que usted también quisiera abusar de mi.

-No aria eso, así que no te preocupes. Mejor mira – le tendió una playera y pantalón – ponte esto, tu ropa esta sucia y rota y yo no uso mucho esto en realidad

-N-no se preocupe, estoy bien

-Póntelo, iré a guardar el botiquín mientras te cambias la ropa. No tardo.

Yoongi se levanto del suelo y fue a su habitación para guardar el botiquín. En realidad pudo guardarlo después, pero no quería intimidar al menor.

El pelinaranja cambio rápidamente su ropa por la limpia y suave. Cuando la tuvo puesta, sonrojo al oler el suave y masculino perfume de la ropa del mayor.

-Ya regrese chico... por cierto, ¿Cómo te llamas?

-Mi nombre e-es Jimin. Park Jimin – dijo el menor tímido, jugando con sus manitas 

👑100% Tuyo | Yoonmin/JimSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora