Desahogo.

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Mimos.

Todo empezó con mimos. Con sus mimos.

Soy alguien que disfruta mucho del contacto físico si confío en la otra persona.

Él sabe cómo hacerme mimos, cómo acariciarme suavemente el hombro, cómo recorrer delicadamente mi espalda con sus dedos,  cómo rascarme tiernamente la cabeza, cómo tocarme la cara y el alma.

Él sabe que disfruto de sus caricias. Me encantan sus caricias, sean o no sexuales.

Y ahí esta el punto; la carga erótica, sexual, atrevida y demandante que surgió entre nosotros. Una noche de semana, durante una pijamada con amigos dormidos, en su melancolía por una chica que no supo tratarlo y en mi soledad. 

Quiero aclarar que cuando estoy dormida o, bueno, tengo mucho sueño, me pongo mucho mas mimosa, sensible, abierta, boluda y eeeeeeeeh de lo que ya soy. Me transformo en una cosa tierna vulnerable y caliente. Si, caliente, de por si soy alguien sexual, solamente que cuando tengo sueño o estoy borracha mi lado erótico y placentero se acentúa.

Retomando a mi relato de mi experiencia erótica mas linda que tuve; me deje llevar.

Nos dejamos llevar. 

Somos amigos, lo quiero como amigo, lo quiero. Solo que se despertó una carga sexual entre nosotros que hasta ese entonces yo pensé que no existía, que no podìa llegar a existir, menos darse a mostrar. Pero no, me equivoqué. 

En fin, no nos besamos. No me beso, no lo bese. 

Tengo el pensamiento de que si nos llegamos a besar, las emociones y el romanticismo van a atacar, y no quiero eso. Tengo terror a la idea de perderlo por el romance. No quiero romance, al menos no con él. 

Literalmente en un momento de pura ajsfnalkjds, él intento besarme, entonces yo lo detuve, lo mire fijamente a los ojos y, puteandome por dentro tratando de evitar el impulso de besarlo desenfrenadamente, hice lo de la imagen (en el momento recordé la escena de la serie y se me ocurrió, no me juzguen xfa. Fue lo mas sensato). 

Y bueno, eso. 


Quería desahogarme porque acordamos entre nosotros que nuestra cosa iba a quedar solamente entre nosotros, entre nadie mas. Tampoco debemos hablar de ello.

Es del momento, espontaneo. Nuestra atracción nace y muere al instante. 

Estoy bien con ello.

Estoy bien con él. 



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