Kim Taehyung. -KT-

9.

Sentía cómo con cada movimiento mi ropa se pegaba a mi cuerpo por causa del sudor que este desprendía a causa de la carrera que había hecho desde la mitad de la ciudad hasta el bosque fuera de la civilización. Mis piernas estaban agotadas y mi garganta picaba y pedía con fuerzas un buen vaso de agua fría.

Cómo pude seguí hasta llegar a la malla con advertencias y me detuve con la respiración entrecortada. Mi cabeza me dolía y me había comenzado a dar un fuerte dolor de cabeza. Con calma me acerque a la malla y trate de visualizar más haya de lo que el bosque y mis ojos me daban la oportunidad de ver.

No conseguí nada más que marearme y tener que sostener mi cuerpo entre la malla delgada, debía tranquilizarme para poder pensar como es que me iba a cruzar al otro lado.

Tras calmar mi cuerpo decido ir por lo más lógico que es brincar la alambrada, así que me pongo en posición y con cuidado voy escalando por los hoyos hasta que brinco al otro lado, suelto un suspiro y miro mis manos mallugadas y rojas por la presión que ejercí en estas. Como todavía era de día tengo una buena vista de todo el bosque y puedo distinguir con claridad el camino y así no pisar alguna trampa descubierta, aunque eso no quita que tenga miedo de que por accidente llegue a pisar una que esté escondida entre la hierba.

Miro mi teléfono y veo que ya han dado las nueve de la noche y no he tenido éxito en encontrar a Taehyung, había gritado su nombre y no había recibido respuesta en ninguna ocasión. Me he rendido.

Ahora estaba buscando como poder regresarme y volver a salir del bosque pero me era difícil encontrar el camino. Me había perdido. La noche estaba un poco clara pero al estar debajo de frondosos árboles no me daban la oportunidad de ver más haya de mi.

Mi cuerpo se sentía viscoso, tanto por el sudor como por la sangre que brotaba de el a causa de algunas ramas que había pasado, además de que desde ya hacía un rato me había comenzado una comezón en el brazo y por consecuencia me había rascado mucho provocando que me saliera más sangre y la piel se me hinchara.

Creo que debí de haber traído ayuda.

Cuando ya estaba por darme por vencida ví a lo lejos una salida de los árboles y con alegría corro hacia el, pero no medi bien mis pasos y termine cayendo al suelo. La trampa que se escondía entre la hierba seca se activo y salto a un lado de mi, lo cual me hizo sobresaltar y ahogar un grito. Casi me agarra la cabeza. Arrastrando me aleje de ahí y con cuidado me pare y camine hacia la claridad.

Me encontre con un hermoso árbol grande que daba unos hermosos frutos, estaba en medio de un gran pasto y un bello espacio para poder descansar, me entretuve tanto con la vista que no ví al otro lado del árbol un cuerpo tirado en el pasto.

Taehyung.

Con rapidez corro hacia él y sin pensarlo lo abrazo con todas mis fuerzas, siento como su cuerpo se tensa ante lo repentino que ha sido pero aún así siento como sus brazos también me rodean. Se sentía tan cálido y reconfortante su abrazo.

-Me encontraste.- susurra en mi oreja y con algo de dificultad me separa de él para poder sentarse. Lo imito sin dejar mis brazos fuera de él.

-¿Dónde estuviste todo este tiempo?

-Aqui.- contesta tranquilo mientras deja un mechón de mi cabello detrás de mí oreja.

-¿Dos semanas?.- miro a su alrededor y noto que no tiene nada, ni una mochila, ni comida. ¿Como le ha hecho para sobrevivir así? Lo veía tan tranquilo y sin rasguños.

-Te estaba esperando. Aguante lo suficiente, creo.- dice mirando el gran árbol que estaba frente a nosotros.- Ven.- me toma de la mano y nos encamina hasta estar debajo de el y nos sentamos recargando nuestras espaldas en el tronco.

-Debemos regresar Taehyung.- digo cuando lo veo cerrar los ojos.- Tus padres están muy preocupados por ti.

-Sabes.- ignora lo que he dicho.- tu me dijiste que debía enfrentar mi más grande miedo, Jimin también me dijo lo mismo, me pareció gracioso ¿sabes? Así que sin mucho decidí venir aquí y enfrentar lo que más miedo me daba.

-¿Y qué era?.- lo miro curiosa.

-La culpa y las malditas voces en mi cabeza.

-¿Qué?

-Porqué no hice nada.- aprieta la mandíbula. Recuerdo las palabras de Jimin.

-Por salvar a Rose.- digo en un murmullo. Él asiente con una sonrisa.

-Si, pero ahora me siento más tranquilo por qué se que ella me ha perdonado y ahora mi alma está en paz.

-Entonces volveremos a casa.- sonrío y tomo su mano.

-Si, pero antes.- me atrae a él y me recuesta en su pecho y comienza a acariciar mi cabello.- Quiero pasar un rato contigo en silencio y disfrutar de esta hermosa noche.

No di resistencia alguna cuando dijo esas palabras, y en cambio me acomode en su pecho y me deje guiar al sueño por el sonido lento de su corazón.

Al fin lo había encontrado.