Arreglado?

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YoonGi sabía que al llegar a su casa le esperaba una buena bronca, a no ser... No, no era buena idea. Al menos no tan pronto.
Llegó a su casa y abrió la puerta con la llave que descansaba debajo del felpudo y entró. Su padre estaba sentado en el salón, con la mirada perdida, los ojos rojos, quizás por el llanto y un horrible olor a alcohol.

— Padre... Ya he llegado. Me voy a mi habitación. — Miró de reojo a su padre y vio como este suspiraba, como si se hubiera quitado un gran peso de encima. La verdad es que era muy tarde.

YoonGi llegó a su habitación y se puso a revisar la nueva letra que había escrito y a mejorar algunos fallos que tenía. Una lágrima resbaló por su mejilla al leer todos sentimientos que reflejaba su nuevo rap. Eran muy fuertes para él.
Esa canción se llamaría como su nombre de rapero. Agust D. Porque reflejaba todo lo que el no quería ser. Agust D era la persona sin sentimientos, que no se preocupaba por nadie, y podía aguantar todo lo que se le viniera encima, por muy malo que fuese.
Min YoonGi era el chico débil que se quebraba cada vez más por cada mala palabra que le decían. El chico al que humillaban a cada rato por culpa de su padre. El que lloraba cuando nadie le veía y el chico lleno de inseguridades.

— YoonGi... — La voz de su padre sonaba fuera mientras llamaba a su puesta suavemente. — Min YoonGi... Me oyes?
— Sí — Respondió secamente el menor. — Qué quieres...
— Yo... Quiero hablar contigo. — Yoongi abrió la puerta de la habitación lentamente dejando de ver una pequeña parte de su cara. — Por favor.

— Claro... Pasa. — Dijo sin mucha convicción.

— Verás YoonGi, yo... de verdad que lo siento. No te merezco. He sido una mierda de padre y me odio a mi mismo. Odio lo que he hecho por ti todos estos años, y la he cagado.

— No puedo perdonarte. No tras todo esto. Me has jodido la vida

— Lo sé y lo siento. No merezco que me perdones. Sé que no lo harás. Solo... Solo quería decirte eso. Ya me voy. — Sus ojos se enrojecieron. Estaba a punto de llorar, pero se contuvo. Salió de la habitación en silencio, y luego YoonGi se tumbó en la cama boca abajo.

De pequeño, a él no le había prestado la menor atención, pero de alguna manera, sentía algo por el que no podía descifrar. Rabia? Miedo? Quizás... Pena??

— Padre... — Aunque había dicho eso en un susurro, observó a su padre asomarse por puerta de su pequeño cuarto. — Sé que no es lo que debería hacer, pero te perdono. Solo... No lo hagas de nuevo, sí? — Le dedicó una pequeña sonrisa al ver cuando su padre rompía a llorar. - Pero como se te ocurra volver a hacer algo de eso, te juro que no te volveré a hablar en la vida.

— L-lo siento mucho Yoongi. De verdad que lo hago. Joder... cómo no ha podido ver por lo que pasaba mi hijo y no hacer nada? Soy el peor padre del mundo. Perdón...

· · ·

Habían pasado tres semanas desde que había decidido perdonar a su padre. En ese tiempo había seguido saliendo con NamJoon y por él había conocido a HoSeok, con el que también se llevaba muy bien. Gracias a ellos habia conseguido evitar muchos problemas nuevos que podrían haber surgido con su padre.

Un día YoonGi salió a pasear con Holly, su cachorro, por el parque para despejar su mente y relajarse. Cuando llegó, se sentó en un banco y echó su cabeza hacia atrás debido al cansancio de noches sin dormir apenas y al estrés causado por ello. Tras un enorme suspiro que realmente necesitaba, se dispuso a levantarse, pero un chico rubio que pasaba corriendo por allí lo empujó e hizo que volviera a caer sobre el banco. Al sentir el impacto, el rubio se quedó quieto y se dio la vuelta para ver a quién habia empujado. Todo lo que pudo ver fue al pelinegro sentado de mala manera en el banco que lo miraba desconcertado. Se acercó a él y le tendió su mano para ayudarle a levantarse.

— Oh, lo siento... E-Estás bien? — le preguntó con media sonrisa tímida causando que el mayor frunciera su ceño, seguido de su cara de 'tú me das igual, ese señor me da igual, todo me da igual'.

— Eh... S-sí, gracias. — Por qué estaba tartamudeando? — Por lo que se ve, tienes prisa mocoso. Vete antes de que llegues tarde.

— V-vale... ¡Adiós! — Se despidió el rubio con una sonrisa y se fue corriendo al instituto, donde ya seguramente llegaría tarde.

YoonGi se levantó de nuevo y sacó la pelota de goma de su mochila -negra como el resto de su ropa- y la lanzó lejos para que su querido cachorro corriera hacia ella para traerla de nuevo.

— Buen chico Holly.

* * *

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⏰ Última actualización: Jul 24, 2018 ⏰

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