08

616 99 3
                                    

Bueno, amigo inexistente... creo que llegó ese momento que nadie cree puede tener, pero aún así está con la incertidumbre de que tiene que suceder en algún punto.

La vida no es fácil para absolutamente nadie, es una gran mentira pensar que lo es. Todos tienen problemas, inseguridades y mierdas que los persiguen en su día a día sin importar cuán felices aparenten ser. Cuántas sonrisas le muestres a la gente no es la manera correcta de decidir que en realidad un problema no es para tanto, porque si continuas logrando sonreír es porque la vida tal vez no es una mierda.

Una total mentira es eso en realidad. Todas las personas tienen un límite, es algo que está ahí por seguridad propia y también es ése punto lejano que sabes internamente, no debes rebasar porque si lo haces todo se irá por la borda y ya no habrá manera humana de salvarte de ello.

Lamentablemente, amigo inexistente, el enigmático Stiles Stilinski llegó a su límite. Se dio cuenta por fin de que todo el mundo lo usa de salvavidas, de animador personal, de apoyo, pero no se lo devuelven de la misma manera. Porque a los demás no les importa cómo estés más que cuando a ellos les afectará eso. Y es... difícil abrir los ojos y notar que, oh sorpresa, los amigos que creías siempre estarían para ti sólo son una farsa. Que sólo te buscan cuando obtendrán ayuda de tu parte, sea del tipo que sea. Porque no eres relevante en sus vidas.

Nunca lo fuiste. Sólo eres esa persona que saben, no importa cuánta mierda hagan, siempre estará ahí para darles ese empujón de apoyo que ocupan en ese momento. Algunos incluso pondrán su hombro en una señal de apoyo cuando te sientas mal y te harán creer que sí eres importante. Pero no es así, porque lo único que están haciendo es dar ese mensaje de "sí yo te ayudo tu debes ayudarme a mi". Y es una total mierda.

Porque cuando menos te lo esperes llegarás a ese tan famoso límite que creías nunca sería superado. Tendrás ganas de gritar, llorar y maldecir sin razón aparente y sólo necesitarás una pequeña cosa para que tu cerebro diga "Hasta aquí aguantas". ¿Lo malo de todo eso? Es la pregunta que seguramente te estarás haciendo amigo inexistente, es que aún habiendo pasado ese límite seguirás ahí apoyándolos mientras poco a poco te derrumbas por dentro, seguirás viendo cómo a ellos seguirá valiéndoles mientras salgan beneficiados y no dirás nada. Por el absurdo miedo a quedarte solo.

Así que sí, la octava cosa que odio de mi la dependencia hacia los demás, ya que aún cuando no se lo merecen, seguiré ahí fingiendo que todo está bien. Seguiré ayudándolos y desviviéndome por personas que simplemente me ven como su opción más cercana a sacar provecho. Y sí, tal vez algunas veces se disculpen, pero sólo lo harán cuando se dan cuenta de que si no lo hacen dejarán de tener a su salida fácil.

PD: Perdón por el cambio tan extraño de narradores al escribir esto, el deshago no cuenta con un orden de redacción especifico. Sé que nadie lee esto, pero ya es como una necesidad disculparme.

Ten things that I hate about meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora