El Asesino De Mi Madre

Capítulo 1

Caminando por el parque me di cuenta de lo arruinada que estaba mi vida, ya no tenía nada. Todo se había ido al carajo y peor aún acababa de perder a mi madre, lo único que me quedaba. Me senté en la banca que se encontraba al lado del árbol y empecé a llorar, a llorar como nunca lo había hecho. No sé cuántas horas pasaron pero si sé que cuando me percaté ya estaba oscureciendo, me levanté y con mis manos acomodé el vestido  que llevaba puesto, caminé hasta  casa y al llegar estaba más vacía que nunca, mi madre no estaba cantando como solía hacerlo, la casa estaba silenciosa y triste y fue así como me volví a hundir en lágrimas, me tiré sobre el sofá y sin darme cuenta me quedé dormida.

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Definitivamente hoy no pienso ir a la universidad, ni mañana, ni pasado...estoy pensando en no volver. Verán, estoy estudiando fotografía en una universidad en la que piensan que eso no es una profesión entonces nos excluyen de todo, lo cual hace que me desanime totalmente de estudiar ahí. Y todavía debo ir a la morgue a ver de que murió mi madre, ya que ayer no entraron mucho en detalles.

Mientras iba de camino no pude evitar recordar las cosas que he pasado con ella y de nuevo las lágrimas salieron. Al llegar a la morgue tuve que hacer un gran esfuerzo para que las lágrimas dejaran de bajar. Tomé aire algunas veces y luego decidida a paso firme entré, el olor ahí era repugnante y se sentían vibras extrañas. Esperé unos minutos en una silla Y luego me dieron permiso de pasar, primero caminé por un pasillo largo buscando la puerta "4A" cuando la encontré puse mi mano sobre el pomo de la puerta, me tomé unos minutos y luego entré, la sala estaba llena de camillas con cuerpos y sus respectivas sábanas encima. De repente un chico de unos 26 años se apareció frente a mi con unos papeles en mano los cuales venía leyendo, alzó la mirada y ahí me encontré con unos ojos color marrón que me vieron de pies a cabeza para luego pronunciar el nombre de mi mamá en forma de pregunta a lo que yo respondí solamente con un asentamiento triste de cabeza

—Okey señorita Miller, venga por aquí— Me llevó hasta la camilla más lejana y destapó el cuerpo no sin antes preguntarme si ya estaba preparada.

—Dios esto... esto es horrible—fue lo único que pude pronunciar y luego comencé a llorar —Ya saben la causa? —pregunté entre sollozos

—Si, así es. Mire por acá —dijo quitando la sabana completa, pues antes sólo tenía la cabeza descubierta— Acá hay tres apuñaladas, esta de acá tocó un pulmón e hizo que su madre se ahogara con su propia sangre —habló señalando la que se veía más profunda— estas dos sólo son leves

—O sea usted me está diciendo que la muerte de mi madre fue... —suspiré y mis ojos se llenaron de lágrimas nuevamente— a propósito?

—Así es señorita, su madre fue asesinada —dicho esto salí de ahí confundida ¿quien diablos le querría hacer daño a mi mamá? ¿porque?. Llegué afuera y recordé que no hice los trámites necesarios para sacar a mi madre de ese horrible lugar, volví a entrar e hice lo necesario.

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—¿COMO DIABLOS ME VA A DECIR QUE ME TRANQUILICE?

—Señorita no podemos hacer nada por usted ni su madre, lo sentimos.

Ya tenía dos horas en la delegación denunciando el asesinato de mi madre el cual no creyeron, así pasaron las próximas tres semanas, resignada me fui para mi casa nuevamente y ahí después de horas pensando fue donde decidí que yo haría mi propia justicia