el chico de la sonrisa de corazón ➳ 윤석.

OO; el chico de la sonrisa de corazón.

A/N: Basado en el fanart de arriba. Si alguien sabe de quién es, por favor díganme.

sope | fluff | mención del vmin | no sé que hice disculpen si es bien berga | Wordcount: 2265.

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En cuanto a sonrisas únicas, Yoongi firmemente creía que la de ese chico era una de las más inusuales (y hermosas).

Estaba pasmado, un sentimiento que no era competitividad invadiéndolo, lo que lo confundió bastante, ya que él solía ser del tipo que nunca sentía más que recelo en cuanto a jugadores rivales se trataba. Sí, podía admitir si alguno era bien parecido, pero eso no nublaba su juicio, no gobernaba por sobre la competitividad.

Pero este chico no solo le «movió el piso», lo destruyó con su brillante sonrisa y sus lindos ojos. Lo hizo añicos y dejó a Yoongi sobre pedazos inestables de los cuales podría caer en cualquier maldito momento.

Un golpe en su hombro le obligó a apartar la mirada.

Jimin estaba parado al lado suyo, una mirada extrañada en su rostro.

—Capitán, ¿qué sucede?

Yoongi agitó su mano.

—Nada de que preocuparse, Jimin.

El pelinaranja levantó una ceja.

—Si tú lo dices...

Yoongi pasó su mano por su cabello color menta y resopló.

—Así lo digo, Jimin. Ahora, vamos con el entrenador. Debemos hablar sobre la formación. Este equipo dicen que es algo difícil.

El menor asintió.

—Escuché eso. He escuchado que el niño bonito es muy bueno, aunque dicen que es muy suave e incapaz de jugar sucio, por suerte.

Ahora fue Yoongi el que levantó una ceja.

—¿«Niño bonito»?

Jimin asintió.

—Sí. Todo el mundo le dice así, así que me quedó. Es el número siete.

Cuando escaneó el equipo contrario, notó que el tal «niño bonito» era el chico de la sonrisa de corazón.

Demonios, si era bueno, Yoongi estaba perdido.

Frunció el ceño.

—Muy bien. Gracias, Jimin. Le haré saber eso al entrenador y pondré a... Jungkook. Jungkook estará pegado a él durante todo el juego. ¿Qué dices?

Yoongi no solía preguntar a nadie excepto el entrenador sobre sus decisiones en el juego, pero era su último año como capitán del equipo de baloncesto ya que ese año se graduaba, y consideraba que Jimin sería un gran sucesor. Así que para probarlo, los últimos juegos le había pedido su opinión.

Los ojos de Jimin brillaron. Siempre pasaba eso. Yoongi sonrió un poco y despeinó su cabello.

—Vamos, mocoso. Dime antes que cambie de opinión y no considere la tuya.

Rápidamente, el menor asintió y dio su opinión, sugiriéndole que aunque Jungkook era un increíble jugador y era apto para marcar al niño bonito ya que no tenía miedo de ensuciarse un poco las manos, era muy impulsivo y descuidado en su confianza en sí mismo, por lo que le dijo que era mejor decirle a Jungkook que mantenga un ojo en él pero que Kyungsoo marque al niño bonito, ya que no lo dejaría ni un segundo. Yoongi sonrió satisfecho, felicitando al menor en su análisis y comentándole al entrenador la decisión, dándole crédito al pelinaranja, quien parecía un cachorrito contento a causa de todo eso, Jungkook incluso se burló de él, causando que el menor se sonroje y frunza el ceño, empujando levemente al menor. A pesar de que se rió, Yoongi igualmente los reprendió y les dijo que dejen los empujones para el final del partido, que no quería heridos antes que jodan la formación que ya tenía planeada. Ambos chicos bajaron la cabeza como cachorritos reprendidos y asintieron. Con tantos niños que parecían cachorritos, Yoongi creía que la mascota de su equipo debía ser uno en vez de un lobo. Pero bueno, los cachorritos no se veían ni sonaban tan amenazadores como un lobo.